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Cuento
En un pueblecito pequeño de la sierra vivía una atractiva doncella llamada Florinda la cual era de una belleza extraordinaria y había dos jóvenes que la querían pero el padre de Florinda era molinero y quería un yerno que fuese fuerte para mover los sacos de trigo que traían al molino y se decantaba por el forzudo pero este era demasiado vanidoso mientras el segundo era más bien modesto, pero muy inteligente.
Los del pueblo junto con el alcalde idearon un concurso para las fiestas del pueblo y el que saliese ganador de la prueba se casaría con la doncella más guapa del pueblo, estos dos apuestos jóvenes que estaban enamorados de Florinda se presentaron a la competición la cual consistía en cortar unos troncos y el que antes terminarse de cortarlos seria el que se llevaría el premio.
Llegado el día de la prueba y con la ayuda de todas las autoridades del pueblo se llevaron los troncos al lugar de la prueba, pero de tal forma que mientras los cortaban no podían verse ninguno de los cortadores porque había una colina por medio que les quitaba la visibilidad del uno al otro o sea que no se podían ver.
Llegaron las autoridades a la colina y los dos muchachos se pusieron a cortar los troncos el forzudo no paraba de dar golpes, mientras que el otro paraba cada veinte minutos para afilar el hacha este partía los troncos con inteligencia y termino antes que el forzudo que el hacha la tenia hecha una lástima con los golpes que había dado y no haberla afilado ni una vez.
Entonces el modesto gano que era lo que Florinda estaba deseando y desde aquella hora empezaron un romance que termino en boda.
En un pueblecito pequeño de la sierra vivía una atractiva doncella llamada Florinda la cual era de una belleza extraordinaria y había dos jóvenes que la querían pero el padre de Florinda era molinero y quería un yerno que fuese fuerte para mover los sacos de trigo que traían al molino y se decantaba por el forzudo pero este era demasiado vanidoso mientras el segundo era más bien modesto, pero muy inteligente.
Los del pueblo junto con el alcalde idearon un concurso para las fiestas del pueblo y el que saliese ganador de la prueba se casaría con la doncella más guapa del pueblo, estos dos apuestos jóvenes que estaban enamorados de Florinda se presentaron a la competición la cual consistía en cortar unos troncos y el que antes terminarse de cortarlos seria el que se llevaría el premio.
Llegado el día de la prueba y con la ayuda de todas las autoridades del pueblo se llevaron los troncos al lugar de la prueba, pero de tal forma que mientras los cortaban no podían verse ninguno de los cortadores porque había una colina por medio que les quitaba la visibilidad del uno al otro o sea que no se podían ver.
Llegaron las autoridades a la colina y los dos muchachos se pusieron a cortar los troncos el forzudo no paraba de dar golpes, mientras que el otro paraba cada veinte minutos para afilar el hacha este partía los troncos con inteligencia y termino antes que el forzudo que el hacha la tenia hecha una lástima con los golpes que había dado y no haberla afilado ni una vez.
Entonces el modesto gano que era lo que Florinda estaba deseando y desde aquella hora empezaron un romance que termino en boda.