Leyendo entre líneas
Comentario
Cuenta la historia que estando el emperador Carlos V en España fue de cacería a tierras extremeñas e hirió de muerte a un venado, y el animal herido dejaba su sangre por donde pasaba pero no paraba de correr y el emperador creyó haberlo herido de muerte y lo siguió con su cabalgadura sin tener en cuenta que se había alejado de los caballeros de su sequito que lo acompañaba, por aquellas fechas el emperador Carlos V de España frisaba en los 27 años de edad estando en plena juventud y el poder y la soberbia rezumaba en su corazón, era un buen jinete, diestro en el manejo de la espada y la ballesta.
El Emperador siguió al venado hasta que este cayó muerto a la vera del camino por donde venia un labriego de sus campos, ya era caída la tarde y el sol se había puesto, el emperador que vio al hombre andar tras su jumento espero a que llegara donde el estaba, y donde había caído muerto el venado. Cuando el labriego llego a donde estaba el emperador Carlos V no se hubiera parado sino hubiera sido por la voz del emperador, que quería hacerle algunas preguntas.
El emperador pregunto al labriego que cuantos reyes había conocido y cual según su criterio había sido el mejor y el peor, por mi edad he conocido a cinco reyes: Conocí al rey Juan II de Castilla, siendo joven a su hijo Erique IV, al rey Fernando II el Católico, a su yerno Felipe I el hermoso y a este Carlos que ahora tenemos. El mejor fue el rey Fernando II el Católico, y el peor sin que haya lugar a dudas es este Carlos V que ahora tenemos y casi nunca está en España. Ese Carlos V soy yo, cargar el venado en vuestro jumento que os lo regalo por decir “Verdad” entonces llego el séquito del emperador que ayudaron a el labriego a cargar el venado en su jumento y luego picando espuela se fueron
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Cuenta la historia que estando el emperador Carlos V en España fue de cacería a tierras extremeñas e hirió de muerte a un venado, y el animal herido dejaba su sangre por donde pasaba pero no paraba de correr y el emperador creyó haberlo herido de muerte y lo siguió con su cabalgadura sin tener en cuenta que se había alejado de los caballeros de su sequito que lo acompañaba, por aquellas fechas el emperador Carlos V de España frisaba en los 27 años de edad estando en plena juventud y el poder y la soberbia rezumaba en su corazón, era un buen jinete, diestro en el manejo de la espada y la ballesta.
El Emperador siguió al venado hasta que este cayó muerto a la vera del camino por donde venia un labriego de sus campos, ya era caída la tarde y el sol se había puesto, el emperador que vio al hombre andar tras su jumento espero a que llegara donde el estaba, y donde había caído muerto el venado. Cuando el labriego llego a donde estaba el emperador Carlos V no se hubiera parado sino hubiera sido por la voz del emperador, que quería hacerle algunas preguntas.
El emperador pregunto al labriego que cuantos reyes había conocido y cual según su criterio había sido el mejor y el peor, por mi edad he conocido a cinco reyes: Conocí al rey Juan II de Castilla, siendo joven a su hijo Erique IV, al rey Fernando II el Católico, a su yerno Felipe I el hermoso y a este Carlos que ahora tenemos. El mejor fue el rey Fernando II el Católico, y el peor sin que haya lugar a dudas es este Carlos V que ahora tenemos y casi nunca está en España. Ese Carlos V soy yo, cargar el venado en vuestro jumento que os lo regalo por decir “Verdad” entonces llego el séquito del emperador que ayudaron a el labriego a cargar el venado en su jumento y luego picando espuela se fueron