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BELMONTE: Comentario...

Comentario

Don Quijote después de aquel silencio pico espuelas en los ijares de Rocinante y este empezó a trotar de aquella manera, porque se le salían los huesos del lomo, pero se agarraba bien al suelo ya que hacía pocos días que lo habían herrado.

Sancho hizo lo mismo con el Rucio que estaba más metido en carnes y siguió de cerca a su señor, en esto que a los lejos vieron unos molinos que don Quijote creyó ver varios gigantes juntos, y es que la visera de la armadura se le había ladeado, en esto que volviéndose para ver a Sancho le dijo ves los mismo que yo a lo lejos Sancho, aquellos son los gigantes que te he comentado en alguna ocasión.

Sancho en aquel momento dudo de si mismo, pero fijo en lo que veía le costaba creer lo que su amo don Quijote le decía, pero tomando conciencia de hombre de campo le dijo a su señor; perdone mi amo si le llevo la contraria, pero lo que yo veo son molinos de moler juntos y movidos por el viento, callad vil escudero del más noble caballero que lucha por su amada Dulcinea del Toboso, te digo Sancho que hoy escribiremos una página gloriosa para la historia que recorrerá los tiempos venideros y dirán que arrojo de caballero que se lanzo con los gigantes para medirse las fuerzas.

Sancho le dijo a don Quijote ya que tan cargado de razones apoya su prestigio en contra de mi voluntad a prestémonos y luchemos contra unos enemigos desconocidos y reconozco por no llevar la contraria a mi amo que son colosos gigantes de la edad de Oro.

Pero don Quijote antes de llegar al primer molino lanza en ristre pico espuelas y se lanzo de lleno contra las aspas de aquel molino el cual creyó que era un gigante y dándose con las aspas cayó al suelo mal herido, en esto que salió el molinero con una orca y fue a donde había caído don Quijote y Rocinante con ganas de trincharlos a los dos por pararle el molino. Pero en aquel momento llego Sancho y le dijo al molinero perdone vuestra merced, es que mi amo ha tenido un arrebato de nervios y ha confundido la velocidad con el tocino y ha dado con sus huesos en el suelo.