Comentario
Historia
Cuentan algunos biógrafos que cuando se estaba construyendo el Monasterio de San Lorenzo del Escorial el rey Felipe II de Austria iba de vez en cuando para visitar las obras y se hacía acompañar por el príncipe Felipe que al correr del tiempo heredaría los reinos de España y sus colonias y pasaría a la historia con el nombre de Felipe III, estos dos personajes padre e hijo eran muy poco habladores entre si.
Y se cuenta que en uno de sus viajes al pasar por el pueblo de Torreledones el rey Felipe II se asomo por la ventanilla de la carroza y dijo que grandes melones, luego se asomo el príncipe y dijo son Calabazas, al volver del Monasterio de San Lorenzo del Escorial se asomo el Principe y dijo vaya melones a lo que respondió Su padre Felipe II de Austria son Calabazas.
Pues llegaron a palacio y se despidieron el uno del otro hasta pasado mes y medio sin hablarse hasta que acordaron de in a ver cómo iban las obras del Monasterio de San Lorenzo del Escorial y al pasar por el pueblo de Torreledones se asomo el rey Felipe II por la ventanilla y dijo eran, el príncipe se asomo también y no replico,
Cuando volvieron del Monasterio de San Lorenzo de Escorial al pasar por el pueblo de Torreledones se asomo el príncipe por la ventanilla y dijo eran, y el rey Felipe II de Austria su padre repitió eran,
Y cuando llegaron al palacio Madrid se despidieron padre e hijo y estuvieron otros dos meses sin mediar palabra el uno con el otro y no porque hubiese ningún problema entre ellos es que eran dos seres taciturnos.
Historia
Cuentan algunos biógrafos que cuando se estaba construyendo el Monasterio de San Lorenzo del Escorial el rey Felipe II de Austria iba de vez en cuando para visitar las obras y se hacía acompañar por el príncipe Felipe que al correr del tiempo heredaría los reinos de España y sus colonias y pasaría a la historia con el nombre de Felipe III, estos dos personajes padre e hijo eran muy poco habladores entre si.
Y se cuenta que en uno de sus viajes al pasar por el pueblo de Torreledones el rey Felipe II se asomo por la ventanilla de la carroza y dijo que grandes melones, luego se asomo el príncipe y dijo son Calabazas, al volver del Monasterio de San Lorenzo del Escorial se asomo el Principe y dijo vaya melones a lo que respondió Su padre Felipe II de Austria son Calabazas.
Pues llegaron a palacio y se despidieron el uno del otro hasta pasado mes y medio sin hablarse hasta que acordaron de in a ver cómo iban las obras del Monasterio de San Lorenzo del Escorial y al pasar por el pueblo de Torreledones se asomo el rey Felipe II por la ventanilla y dijo eran, el príncipe se asomo también y no replico,
Cuando volvieron del Monasterio de San Lorenzo de Escorial al pasar por el pueblo de Torreledones se asomo el príncipe por la ventanilla y dijo eran, y el rey Felipe II de Austria su padre repitió eran,
Y cuando llegaron al palacio Madrid se despidieron padre e hijo y estuvieron otros dos meses sin mediar palabra el uno con el otro y no porque hubiese ningún problema entre ellos es que eran dos seres taciturnos.