Comentario
Aquella mañana Sancho cogió una torta que había traído Sanchica del horno y se dirigió a casa de don Alonso Quijano y al llega a la puerta pico el timbre y salió la sobrina de don Alonso Quijano y al ver que era Sancho le dijo que entrara que su tio estaba en la biblioteca,
Sancho una vez paso a la casa se dirigió a donde le dijeron que estaba don Alonso Quijano que era en la biblioteca y el este camino lo conocía de otras veces, pues al llega a la puerta de la biblioteca ó (cuartucho) pico en la puerta y don Alonso desde dentro dijo; adelante quien venga y que lo haga con Dios.
Al pasar a el cuartucho Sancho vio que don Alonso Quijano estaba sentado como de costumbre en el sillón frailero y tenía un libro muy gordo entre las manos, buenos días tenga su merced, dijo Sancho, a lo que don Alonso Quijano le contestos con mucho agrado, seas bienvenido Sancho a mi casa como siempre, pero que traes debajo del brazo le dijo don Alonso Quijano a Sancho, este le contesto que era una torta de cebada para el galgo, pues muy bien replico don Alonso Quijano.
Aquella mañana Sancho cogió una torta que había traído Sanchica del horno y se dirigió a casa de don Alonso Quijano y al llega a la puerta pico el timbre y salió la sobrina de don Alonso Quijano y al ver que era Sancho le dijo que entrara que su tio estaba en la biblioteca,
Sancho una vez paso a la casa se dirigió a donde le dijeron que estaba don Alonso Quijano que era en la biblioteca y el este camino lo conocía de otras veces, pues al llega a la puerta de la biblioteca ó (cuartucho) pico en la puerta y don Alonso desde dentro dijo; adelante quien venga y que lo haga con Dios.
Al pasar a el cuartucho Sancho vio que don Alonso Quijano estaba sentado como de costumbre en el sillón frailero y tenía un libro muy gordo entre las manos, buenos días tenga su merced, dijo Sancho, a lo que don Alonso Quijano le contestos con mucho agrado, seas bienvenido Sancho a mi casa como siempre, pero que traes debajo del brazo le dijo don Alonso Quijano a Sancho, este le contesto que era una torta de cebada para el galgo, pues muy bien replico don Alonso Quijano.