Comentario
La Semana Santa de mi niñez.-
Voy a recordar los días de la Semana Santa de mi niñez, cuando con todo el empeño y la fuerza vital de aquellos años le pedía a mi madre que me acompañara el JUEVE SANTO para quedarnos los dos a velar el Santísimo en el MONUMENTO donde quedaba expuesto el SANTISIMO SACRAMENTO a la adoración de los fieles.
Pues había muchas personas en la villa de Belmonte de Cuenca que esta noche permanecían en vela, porque lo habían ofrecido por alguna intención. ó igual que mi madre y un servidor por la ilusión que me hacia, y mi madre por darme ese gusto accedió a ello, siempre me acordare de ello.
Que buena era la Sra. Beatriz.
Luego me bestia de monaguillo para la PROCESIÓN DEL SILENCIO, y llevaba un cirio que pesaba menos que la Cruz.
Pues por aquellas fechas las gallinas ya comían hierba y la llema del huevo salía más dorada, que bien hacia mi madre las tortillas a la española, pues tenia una sartén que no se pegaba, esto es muy importante para hacer las tortillas.
También me acuerdo de las natillas, y sobre todo del ARROZ DE POLVORIN, y también los potajes con las COLLEJAS que traíamos del campo porque ya las había.
Esos días también la gente se ejercitaba en la competición del tiro a la barra, y el boleo en el camino de San Clemente hoy carretera que va a las PEDROÑERAS..
Aquellos años todavía no había llegado la televisión al pueblo, y me acuerdo que la primera serie ó una de las primeras fue LA PONDEROSA, aquellos tres hermanos vaqueros y el padre de ellos.
Poca diversión había para la juventud, claro que el CINE era una de ellas con la películas de bandoleros como la de José María el Tempranillo, o la de Juan Lucas, el Sr. Pepe Isben nos hacia las delicias en la pantalla.
La Semana Santa de mi niñez.-
Voy a recordar los días de la Semana Santa de mi niñez, cuando con todo el empeño y la fuerza vital de aquellos años le pedía a mi madre que me acompañara el JUEVE SANTO para quedarnos los dos a velar el Santísimo en el MONUMENTO donde quedaba expuesto el SANTISIMO SACRAMENTO a la adoración de los fieles.
Pues había muchas personas en la villa de Belmonte de Cuenca que esta noche permanecían en vela, porque lo habían ofrecido por alguna intención. ó igual que mi madre y un servidor por la ilusión que me hacia, y mi madre por darme ese gusto accedió a ello, siempre me acordare de ello.
Que buena era la Sra. Beatriz.
Luego me bestia de monaguillo para la PROCESIÓN DEL SILENCIO, y llevaba un cirio que pesaba menos que la Cruz.
Pues por aquellas fechas las gallinas ya comían hierba y la llema del huevo salía más dorada, que bien hacia mi madre las tortillas a la española, pues tenia una sartén que no se pegaba, esto es muy importante para hacer las tortillas.
También me acuerdo de las natillas, y sobre todo del ARROZ DE POLVORIN, y también los potajes con las COLLEJAS que traíamos del campo porque ya las había.
Esos días también la gente se ejercitaba en la competición del tiro a la barra, y el boleo en el camino de San Clemente hoy carretera que va a las PEDROÑERAS..
Aquellos años todavía no había llegado la televisión al pueblo, y me acuerdo que la primera serie ó una de las primeras fue LA PONDEROSA, aquellos tres hermanos vaqueros y el padre de ellos.
Poca diversión había para la juventud, claro que el CINE era una de ellas con la películas de bandoleros como la de José María el Tempranillo, o la de Juan Lucas, el Sr. Pepe Isben nos hacia las delicias en la pantalla.