BELMONTE: Comentario...

Comentario

Añoranzas de juventud

El almuerzo en la ALQUERIA

Ahora que me da por recordar aquellos almuerzo que hacíamos cuando estaba en la ALQUERÍA me vienen ganas de reír, pero cuanto apetito se tiene cuando uno frisaba los diecisiete o dieciocho años.

Pues en este tiempo como no decían bien las gachas de harina de almortas por el calor, para almorzar los zagalas que éramos entre ocho y nueve hacíamos en el caldero un PIRI, con tomate, pimiento y alguna que otra aceituna y sal, el pan era del bueno, pues nos se abastaba uno de meter la mojada y echarse a la boca un trozo de tocino de aquel gordo que por tener no tenía ni una veta de magro.

Pero eso si vaya hambre que teníamos, pues el caldero no había que fregarlo nunca de lo limpio que quedaba siempre.