La glotonería
En un remoto país había un monasterio de frailes los cuales eran muy observantes de su regla la cual era bastante estricta sobre todo en las comidas estaba terminantemente prohibido comer fuera de las horas de la comida que se servía a toda la comunidad
Pero había un cocinero algo glotón y después de hacer las comidas como todos los frailes de la comunidad, por la noche y después de terminar de fregar todos los cacharros iba al coro a rezar completas con toda la comunidad, y al volver del rezo tenía por costumbre pasar por la cocina y hacerse un par de huevos con patatas.
Una noche que estaba diluviando amares acompañado de truenos y relámpagos, el padre abad no conciliaba bien el sueño y le dio por ir a recorrer el monasterio por ver si caían goteras, y al pasar por la cocina vio al cocinero que se estaba comiendo dos huevos con patatas. El padre abad no salía de su asombro y dijo (Hermano pero que haces). Y el hermano cocinero contesto ¡padre abad es que el Diablo me ha tentado!, el Diablo que estaba detrás de la puerta dijo.” Colega yo no te he tentado”, es tu glotonería de todas las noches haciéndote un par de huevos con patatas.
El demonio no tiene culpa de todo cuanto le pasa al hombre, que viene dando por el placer que le causan las cosas y que no se sabe privar de ella
En un remoto país había un monasterio de frailes los cuales eran muy observantes de su regla la cual era bastante estricta sobre todo en las comidas estaba terminantemente prohibido comer fuera de las horas de la comida que se servía a toda la comunidad
Pero había un cocinero algo glotón y después de hacer las comidas como todos los frailes de la comunidad, por la noche y después de terminar de fregar todos los cacharros iba al coro a rezar completas con toda la comunidad, y al volver del rezo tenía por costumbre pasar por la cocina y hacerse un par de huevos con patatas.
Una noche que estaba diluviando amares acompañado de truenos y relámpagos, el padre abad no conciliaba bien el sueño y le dio por ir a recorrer el monasterio por ver si caían goteras, y al pasar por la cocina vio al cocinero que se estaba comiendo dos huevos con patatas. El padre abad no salía de su asombro y dijo (Hermano pero que haces). Y el hermano cocinero contesto ¡padre abad es que el Diablo me ha tentado!, el Diablo que estaba detrás de la puerta dijo.” Colega yo no te he tentado”, es tu glotonería de todas las noches haciéndote un par de huevos con patatas.
El demonio no tiene culpa de todo cuanto le pasa al hombre, que viene dando por el placer que le causan las cosas y que no se sabe privar de ella