“De ti en la mar sujeto,
Con lástima, los ojos inclinado
Contemplare el aprieto
Del miserable bando,
Que las saladas olas va cortando”.
-Fray Luis de León
Comentario
El maestro Fray Luis de León sabe que está en la mar, pero quiere coger el timón y sujetar su navío, aunque el agua le dé en la cara y vea con pena perder algunos de los trebejos que lleva en la cubierta, pero esto él lo sabe y lo acepta, porque el temporal no avisa..
El contemplara los días y las noches y gustara del agua salada de las olas que le darán en su rostro pero él sabe que un día malo trae uno bueno y esta es la vida del marinero en tierra.
Es curioso que el maestro que nunca vio el mar y con qué conocimiento nos habla del, y es que estaba familiarizado con las grandes travesías de la noche en el mar donde en la oscuridad solo tiene a su vista las noticias que le vienen de las estrellas.
Fray Luis de León, paso muchas noches sin deshacer la cama, porque estando en su sillón cogía el sueño contemplando su universo interior el que tantas noches contemplaría a la luz de su imaginación y viendo amanecer con el canto de los gallos que le daban la noticia de que estaba llegando el orto con sus luces del nuevo día.
Con lástima, los ojos inclinado
Contemplare el aprieto
Del miserable bando,
Que las saladas olas va cortando”.
-Fray Luis de León
Comentario
El maestro Fray Luis de León sabe que está en la mar, pero quiere coger el timón y sujetar su navío, aunque el agua le dé en la cara y vea con pena perder algunos de los trebejos que lleva en la cubierta, pero esto él lo sabe y lo acepta, porque el temporal no avisa..
El contemplara los días y las noches y gustara del agua salada de las olas que le darán en su rostro pero él sabe que un día malo trae uno bueno y esta es la vida del marinero en tierra.
Es curioso que el maestro que nunca vio el mar y con qué conocimiento nos habla del, y es que estaba familiarizado con las grandes travesías de la noche en el mar donde en la oscuridad solo tiene a su vista las noticias que le vienen de las estrellas.
Fray Luis de León, paso muchas noches sin deshacer la cama, porque estando en su sillón cogía el sueño contemplando su universo interior el que tantas noches contemplaría a la luz de su imaginación y viendo amanecer con el canto de los gallos que le daban la noticia de que estaba llegando el orto con sus luces del nuevo día.