“Ya el ave vengadora
del Ibico navega los nublados
y con voz ronca llora;
y, el cuello al yugo atados,
los bueyes van rompiendo los sembrados”.
-Fray Luis de León
En esta oda tan profunda el maestro no tiene límites y su comentarista (Gerardo Diego), Atribuye a la grulla como ave vengadora, y el poeta griego llamado Ibico que estando siendo ajusticiado por sus enemigo ve pasar un bando de grullas y las pone como testigos de su muerte.
Esta oda según el P. Getino, Fray Luis de León la escribe estando en la cárcel y presiente los nublados y la tormenta que se le viene encima, y como hombre de carne y hueso se duele al saberse inocente, y estar allí porque sus enemigos le acusan de haber cometido una falta grave. (Como era traducir el libro del Cantar de los cantares de la Biblia del latín al castellano, cosa que estaba prohibida por la Santa Inquisición).
En la actualidad está traducción de Fray Luis de León es la que da la iglesia católica por buena.
También vemos en esta oda una rica observación del maestro Fray Luis de León, de cómo los bueyes van uncidos al yugo, y estando en la simienza el sembrador esparce la semilla y el vaquero con su pareja de bueyes y el arado va tapando la simiente.
del Ibico navega los nublados
y con voz ronca llora;
y, el cuello al yugo atados,
los bueyes van rompiendo los sembrados”.
-Fray Luis de León
En esta oda tan profunda el maestro no tiene límites y su comentarista (Gerardo Diego), Atribuye a la grulla como ave vengadora, y el poeta griego llamado Ibico que estando siendo ajusticiado por sus enemigo ve pasar un bando de grullas y las pone como testigos de su muerte.
Esta oda según el P. Getino, Fray Luis de León la escribe estando en la cárcel y presiente los nublados y la tormenta que se le viene encima, y como hombre de carne y hueso se duele al saberse inocente, y estar allí porque sus enemigos le acusan de haber cometido una falta grave. (Como era traducir el libro del Cantar de los cantares de la Biblia del latín al castellano, cosa que estaba prohibida por la Santa Inquisición).
En la actualidad está traducción de Fray Luis de León es la que da la iglesia católica por buena.
También vemos en esta oda una rica observación del maestro Fray Luis de León, de cómo los bueyes van uncidos al yugo, y estando en la simienza el sembrador esparce la semilla y el vaquero con su pareja de bueyes y el arado va tapando la simiente.