COMENTARIO
LOS CABALLOS
El caballo galopando
con engalle altanero,
va con su trote dejando
las plumas de su sombrero.
Quiere llega a la meta
jadeante de espuma,
sin hacer la pataleta
en esta difícil suma.
Quiere conservar su pelo
el cual conserva y quiere,
y su impronta reveló
dando caña al que viere.
Las armas están veladas
por los potros sublevados,
van todos a horcajadas
y así cruzan los vados.
El agorero predica
en la fachada pintada,
y su lenguaje radica
al salir en espantada.
Las ideas sobresalen
como flores otoñales,
en primavera no valen
porque no llevan avales.
Veremos a los jinetes
en sus monturas de cuero,
llegando entre los cantes
como el mejor lancero.
Los días están contados
llegando el desenlace
y todos será mimados
para hacer balance.
Los número van saliendo
en encuestas no fiables,
aunque todos va diciendo
de que todos son amables.
Madrid esta por la labor
de vacunar a su gente
esto deja un buen sabor
a la prudente regente.
LOS CABALLOS
El caballo galopando
con engalle altanero,
va con su trote dejando
las plumas de su sombrero.
Quiere llega a la meta
jadeante de espuma,
sin hacer la pataleta
en esta difícil suma.
Quiere conservar su pelo
el cual conserva y quiere,
y su impronta reveló
dando caña al que viere.
Las armas están veladas
por los potros sublevados,
van todos a horcajadas
y así cruzan los vados.
El agorero predica
en la fachada pintada,
y su lenguaje radica
al salir en espantada.
Las ideas sobresalen
como flores otoñales,
en primavera no valen
porque no llevan avales.
Veremos a los jinetes
en sus monturas de cuero,
llegando entre los cantes
como el mejor lancero.
Los días están contados
llegando el desenlace
y todos será mimados
para hacer balance.
Los número van saliendo
en encuestas no fiables,
aunque todos va diciendo
de que todos son amables.
Madrid esta por la labor
de vacunar a su gente
esto deja un buen sabor
a la prudente regente.