COMENTARIO
Estamos ubicados en el atrio de la colegiata de Belmonte y vemos los cerros de la tronera.
Caminos castellanos
Los caminos castellanos
van marcando el destino,
para llegar y no cansarnos
si los andamos con tino.
La senda la olvidamos
si subimos a la sierra,
en donde nos encontramos
la maraña que nos cierra.
Pero el camino sigue
hasta la otra montaña,
pero nadie nos persigue
ni exige nuestra maña.
Las ideas se aclaran
con el pensamiento fijo,
donde los fines estarán
pues esto nadie lo dijo.
Los caminos polvorientos
de la Castilla reseca,
construida con cimientos
el fuerte viento la seca,
El labriego castellano
atento mira al cielo,
y pide lluvia en vano
viendo grietas en el suelo.
Nueve meses de invierno
estando en primavera,
con flores en el infierno
y una pandemia severa.
Que venga los romanceros
con sus buenas aleluyas,
y manden los aguaceros
para que rieguen la viñas.
Estamos ubicados en el atrio de la colegiata de Belmonte y vemos los cerros de la tronera.
Caminos castellanos
Los caminos castellanos
van marcando el destino,
para llegar y no cansarnos
si los andamos con tino.
La senda la olvidamos
si subimos a la sierra,
en donde nos encontramos
la maraña que nos cierra.
Pero el camino sigue
hasta la otra montaña,
pero nadie nos persigue
ni exige nuestra maña.
Las ideas se aclaran
con el pensamiento fijo,
donde los fines estarán
pues esto nadie lo dijo.
Los caminos polvorientos
de la Castilla reseca,
construida con cimientos
el fuerte viento la seca,
El labriego castellano
atento mira al cielo,
y pide lluvia en vano
viendo grietas en el suelo.
Nueve meses de invierno
estando en primavera,
con flores en el infierno
y una pandemia severa.
Que venga los romanceros
con sus buenas aleluyas,
y manden los aguaceros
para que rieguen la viñas.