
*
El RECUERDO
A la puerta de mi choza
el día de mañana soñare
viendo girar la peonza
con la imaginación volare.
Con ardor viví mi juventud
evite siempre el sobresalto
valore siempre la virtud
y nunca de voluntad falto.
Me gusto la controversia
fui en busca de la verdad
prudente fui en demasía
y me equilibre con gravedad.
Degusto la amistad añeja
nunca pague con agravio
me gusta la miel de abeja
y que luz tenga mi sagrario,
Responder
agustin zafra lopez22 de noviembre de 2013, 13:19
CARTA DE PRESENTACIÓN
Me quito el sombrero
Ante la gente buena
De este elegante foro
Que de algo me suena.
Y no vengo hacer leña
Ni quiero salir pelado
Que vengo a la peña
Porque he sido invitado.
Presento mis credenciales
Y Amparo sale mi fiadora
Y así consta en los avales
Por escrito y en buena hora.
08-10-23
El RECUERDO
A la puerta de mi choza
el día de mañana soñare
viendo girar la peonza
con la imaginación volare.
Con ardor viví mi juventud
evite siempre el sobresalto
valore siempre la virtud
y nunca de voluntad falto.
Me gusto la controversia
fui en busca de la verdad
prudente fui en demasía
y me equilibre con gravedad.
Degusto la amistad añeja
nunca pague con agravio
me gusta la miel de abeja
y que luz tenga mi sagrario,
Responder
agustin zafra lopez22 de noviembre de 2013, 13:19
CARTA DE PRESENTACIÓN
Me quito el sombrero
Ante la gente buena
De este elegante foro
Que de algo me suena.
Y no vengo hacer leña
Ni quiero salir pelado
Que vengo a la peña
Porque he sido invitado.
Presento mis credenciales
Y Amparo sale mi fiadora
Y así consta en los avales
Por escrito y en buena hora.
08-10-23
Buenas tardes Agustin. No sé si me lo permites, pero yo, ya te considero uno de mis amigos espirituales. Que no sé si puedo contarlos con los dedos de una mano, pero seguro que con los dedos de las dos sobran.
Agustin, aunque llevo cuatro o cinco días sin contestarte, no es el problema el libro de los proverbios, es que llevo una semana con unos fuertes dolores de cabeza, que no sé a qué pueden ser atribuidos. No sé si puede ser de la boca, de las cervicales o de la columna que me ha salido un pequeño bulto. Voy a ver si esta semana se me va pasando, si no tendré que ir al médico.
Pero aunque no te conteste, si que he leído la mayoría de tus cosas, especialmente lo que escribes como artículos, sin olvidarme por supuesto de las poesías y los refranes.
Y te tengo que decir con total sinceridad, que cada vez me cuesta más trabajo convencerme de que no tienes estudios, más allá de lo que me dices.
Te pido mil disculpas por estas dudas, pues en el fondo sé que no me engañas, que no mientes, y eso me lleva a lo que creo que te comenté al principio de conocerte y leer tus escritos. Tienes una facilidad increíble para desarrollar cualquier tema, y además, haciéndolo muy fácil de leer y entender, y a la vez dándole un toque especial, entremezclando palabras que cualquier persona utilizan, con otros términos más propios de escritores que ya han publicado varios libros.
Por ejemplo, entre los últimos, la descripción que haces de las cacerías, la no menos curiosa y bien descrita de el Tarugo. Sobre las bodegas de los pueblos y tu pequeño inciso sobre política, pero pasando de puntillas.
Tu escrito sobre la Fe y la Razón, escrito con mucha sencillez, y diciendo muchas cosas.
Tu vivencia sobre la vendimia y la falta de agua, explicada detalladamente, curiosa, alegre y entretenida.
Sobre el tema de los recuerdos, la descripción breve y profunda de tu abuela Petra. Como esos recuerdos, a veces nos hacen recordar quiénes somos y de dónde venimos, y otras veces, nos entristecen un poco. Yo no llegué a conocer a ninguno de mis dos abuelos, uno se lo llevaron al frente al inicio de la Guerra Civil y ya no volvió. El materno. Y el Paterno, murió muy jóven también. Mi padre el mayor de cuatro hermanos, tenía 9 años cuando falleció.
Una buena descripción de varios de tus pasos en tu ascenso en la fábrica de Martorell, y como demuestras que si tienes ilusión y ganas de trabajar, con esfuerzo, por supuesto, puedes llegar a conseguir cosas que te propongas.
Muy curiosa, por mi desconocimiento, e interesante, la historia de San Isidoro de Sevilla y su hermano San Leandro.
Como muy bien dices, hay artículos en los llamados “medios de comunicación”, yo los llamo medios de desinformación, que podrían aprender de varios escritos tuyos.
Sobre tu comentario de que casi nadie es capaz de entablar diálogos sobre tus escritos, las razones son varias, por lo menos por lo que yo entiendo.
En principio, no todo el mundo lee lo que otros describimos, con argumentos que se pueden considerar totalmente sólidos, pues suelen ser experiencias vividas.
Otros los leen, pero no tienen o no quieren entender lo que has escrito, porque ellos no han vivido todas esas experiencias, y las suyas, son muy herméticos y no quieren que se conozcan. Y, también hay otros lectores, que habiendo leído lo que escribes, y seguramente gustándole y entendiendo todo lo que escribes, sientan un poco de envidia, también llamada “pelusilla”, y no quieren contestar porque tal vez no lo harían igual de bien, o no sabrían detallar tan sencillamente como lo haces Tu.
Lo poco que escribo en el otro foro, cada vez menos, me pasa lo mismo, cuando escribo alguna cosa esperando algo de diálogo, nadie entra a debatir, aunque sea un poco por encima. Y además lo digo, me gustaría que debatieramos algo sobre esto que he escrito, pero nadie está dispuesto. Siguen metidos en su mundo de la política, acusándose unos a otros de fascistas, progresistas, franquistas, fachas, sociatas.
En fin, nada para aprender.
Tus poesías, coplas y tus refranes, igualmente con tu permiso me los sigo copiando.
Si ves que no te contesto a todo lo que escribes, es porque no estoy en plenitud de facultades. Por eso tampoco escribo nada de mi puño y letra, pues son unos momentos un poco desagradables que me recuerdan a la vivencia tuya de tus problemas físicos que muy sencillamente detalladas, y como muy bien fuiste mejorando de ellos.
Saludos cordiales Agustin, y si me permites, un abrazo espiritual.
Paco.
Agustin, aunque llevo cuatro o cinco días sin contestarte, no es el problema el libro de los proverbios, es que llevo una semana con unos fuertes dolores de cabeza, que no sé a qué pueden ser atribuidos. No sé si puede ser de la boca, de las cervicales o de la columna que me ha salido un pequeño bulto. Voy a ver si esta semana se me va pasando, si no tendré que ir al médico.
Pero aunque no te conteste, si que he leído la mayoría de tus cosas, especialmente lo que escribes como artículos, sin olvidarme por supuesto de las poesías y los refranes.
Y te tengo que decir con total sinceridad, que cada vez me cuesta más trabajo convencerme de que no tienes estudios, más allá de lo que me dices.
Te pido mil disculpas por estas dudas, pues en el fondo sé que no me engañas, que no mientes, y eso me lleva a lo que creo que te comenté al principio de conocerte y leer tus escritos. Tienes una facilidad increíble para desarrollar cualquier tema, y además, haciéndolo muy fácil de leer y entender, y a la vez dándole un toque especial, entremezclando palabras que cualquier persona utilizan, con otros términos más propios de escritores que ya han publicado varios libros.
Por ejemplo, entre los últimos, la descripción que haces de las cacerías, la no menos curiosa y bien descrita de el Tarugo. Sobre las bodegas de los pueblos y tu pequeño inciso sobre política, pero pasando de puntillas.
Tu escrito sobre la Fe y la Razón, escrito con mucha sencillez, y diciendo muchas cosas.
Tu vivencia sobre la vendimia y la falta de agua, explicada detalladamente, curiosa, alegre y entretenida.
Sobre el tema de los recuerdos, la descripción breve y profunda de tu abuela Petra. Como esos recuerdos, a veces nos hacen recordar quiénes somos y de dónde venimos, y otras veces, nos entristecen un poco. Yo no llegué a conocer a ninguno de mis dos abuelos, uno se lo llevaron al frente al inicio de la Guerra Civil y ya no volvió. El materno. Y el Paterno, murió muy jóven también. Mi padre el mayor de cuatro hermanos, tenía 9 años cuando falleció.
Una buena descripción de varios de tus pasos en tu ascenso en la fábrica de Martorell, y como demuestras que si tienes ilusión y ganas de trabajar, con esfuerzo, por supuesto, puedes llegar a conseguir cosas que te propongas.
Muy curiosa, por mi desconocimiento, e interesante, la historia de San Isidoro de Sevilla y su hermano San Leandro.
Como muy bien dices, hay artículos en los llamados “medios de comunicación”, yo los llamo medios de desinformación, que podrían aprender de varios escritos tuyos.
Sobre tu comentario de que casi nadie es capaz de entablar diálogos sobre tus escritos, las razones son varias, por lo menos por lo que yo entiendo.
En principio, no todo el mundo lee lo que otros describimos, con argumentos que se pueden considerar totalmente sólidos, pues suelen ser experiencias vividas.
Otros los leen, pero no tienen o no quieren entender lo que has escrito, porque ellos no han vivido todas esas experiencias, y las suyas, son muy herméticos y no quieren que se conozcan. Y, también hay otros lectores, que habiendo leído lo que escribes, y seguramente gustándole y entendiendo todo lo que escribes, sientan un poco de envidia, también llamada “pelusilla”, y no quieren contestar porque tal vez no lo harían igual de bien, o no sabrían detallar tan sencillamente como lo haces Tu.
Lo poco que escribo en el otro foro, cada vez menos, me pasa lo mismo, cuando escribo alguna cosa esperando algo de diálogo, nadie entra a debatir, aunque sea un poco por encima. Y además lo digo, me gustaría que debatieramos algo sobre esto que he escrito, pero nadie está dispuesto. Siguen metidos en su mundo de la política, acusándose unos a otros de fascistas, progresistas, franquistas, fachas, sociatas.
En fin, nada para aprender.
Tus poesías, coplas y tus refranes, igualmente con tu permiso me los sigo copiando.
Si ves que no te contesto a todo lo que escribes, es porque no estoy en plenitud de facultades. Por eso tampoco escribo nada de mi puño y letra, pues son unos momentos un poco desagradables que me recuerdan a la vivencia tuya de tus problemas físicos que muy sencillamente detalladas, y como muy bien fuiste mejorando de ellos.
Saludos cordiales Agustin, y si me permites, un abrazo espiritual.
Paco.
Hola Paco buenas tardes me gustaría que al leer este correo hayas sentido mejoría del dolor de cabeza.
Paco ya estaba echando a faltar tus correos, pero ya veo que el motivo de tu tardanza ha sido por ese dolor de cabeza que te tiene prisionero, y espero que con los días vayas encontrando mejoría, pero tienes que ir al médico para que te saque de la duda y te diga de dónde vienen esos dolores de cabeza y que te de algo para calmarte porque los dolores cuando son persistentes nos ponen nerviosos.
Paco no tengas dudas de lo que te digo yo no tengo estudios y lo poco que se lo he aprendido sobre la marcha, también te digo que he estado en puestos de responsabilidad que yo mismo ahora no sé por dónde me llegaron claro que los hombres vamos todos los días escribiendo en la misma página y al final llegan a conocernos como somos en verdad.
Pero te digo de vedad que ellos creyeron que tenía más estudios que los que acreditaba, porque todo lo que me mandaron lo supe hacer y algunas veces me costaba pero al final daba con la tecla, y tengo que confesar sin sonrojo que siempre fui una persona muy obediente al mando llegando a la sumisión y este no era mi verdadero temperamento.
Cuando iba a la escuela el maestro me mando que escribiese trescientas veces lo primero en la escuela era obedecer, pues se conoce que aprendí bien la lección y mi madre me tuvo que comprar tres libretas de pesetas y el dinero escaseaba en mi casa, pero una cosa he de decir que nunca me eche para atrás pensándolo bien creo que fui un cobarde valiente, una vez hablando con mi padre cuando tenía dieciocho años me dijo que era una persona que nunca cedía y algunas veces alcanzaba la verdad.
En casa de mis padres no goce de buena fama, pues a mi padre se le llenaba la boca de decirme ”Judas”, Porque era un desastre y en cualquier sitio me daban las doce, pero cuando me puse a trabajar daba todo lo que tenía así es que no me veía corto al medirme los ánimos con los de otros, creo que se despertó en mi cierta picardía o intuición. Pues estuve en varios sitios de labrador y me gané cierta fama y un mayoral que tuve cuando fue a mi casa aquella noche para despedirse de mi porque me iba a la Mili le dijo a mis padres que era muy buen chaval pero un poco presumido. Claro que me gustaba mirar lo que hacia y sabia bien los aperos de labranza y arar no se me daba mal.
Todo esto que te cuento son reminiscencia del pasado, pero que afloran de la memoria como las lentejas que hoy he cocinado. Hoy me ha venido a la mente saber las clases de temperamentos clásicos que han existido des de Hipócrates, Galeno, y Aecio aunque este último es de edad tardía pero fue discípulo de Galeno, (Sanguíneo, colérico, melancólico y flemático). Pero claro que de estos ninguno es químicamente puro y todos tienes cosas buenas y menos buenas, pero ya va bien el estudiar en cual de esto se encuentra uno actualmente cuando va disminuyendo las fuerzas, pero el espíritu es lo último que nos deja porque suele estar fresco y con más experiencia que cuando tenia uno dieciocho años y como reza la máxima (Si el Joven supiera y el viejo pudiera no habría cosa que en el mundo no se hiciera) vemos que a todas las edades hay alguna cosa de la que pueda uno desfrutar.
Yo se que no tengo grandes haberes a nivel intelectual, pero hay que ver la máquina que he picado yo creo que las teclas del ordenador ya conocen mis dedos.
De política nada te cuento, pero me acuerdo de la definición que un día oí decir a un compañero de trabajo en una asamblea del taller que dijo que política era el arte de gobernar. pues veremos a que lugar nos lleva la política que quieren arreglar estos políticos que cada día son más herméticos para ocultar lo que esta en boca de toda la ciudadanía.
Saludos cordiales
Agustín
09-10-23
Paco ya estaba echando a faltar tus correos, pero ya veo que el motivo de tu tardanza ha sido por ese dolor de cabeza que te tiene prisionero, y espero que con los días vayas encontrando mejoría, pero tienes que ir al médico para que te saque de la duda y te diga de dónde vienen esos dolores de cabeza y que te de algo para calmarte porque los dolores cuando son persistentes nos ponen nerviosos.
Paco no tengas dudas de lo que te digo yo no tengo estudios y lo poco que se lo he aprendido sobre la marcha, también te digo que he estado en puestos de responsabilidad que yo mismo ahora no sé por dónde me llegaron claro que los hombres vamos todos los días escribiendo en la misma página y al final llegan a conocernos como somos en verdad.
Pero te digo de vedad que ellos creyeron que tenía más estudios que los que acreditaba, porque todo lo que me mandaron lo supe hacer y algunas veces me costaba pero al final daba con la tecla, y tengo que confesar sin sonrojo que siempre fui una persona muy obediente al mando llegando a la sumisión y este no era mi verdadero temperamento.
Cuando iba a la escuela el maestro me mando que escribiese trescientas veces lo primero en la escuela era obedecer, pues se conoce que aprendí bien la lección y mi madre me tuvo que comprar tres libretas de pesetas y el dinero escaseaba en mi casa, pero una cosa he de decir que nunca me eche para atrás pensándolo bien creo que fui un cobarde valiente, una vez hablando con mi padre cuando tenía dieciocho años me dijo que era una persona que nunca cedía y algunas veces alcanzaba la verdad.
En casa de mis padres no goce de buena fama, pues a mi padre se le llenaba la boca de decirme ”Judas”, Porque era un desastre y en cualquier sitio me daban las doce, pero cuando me puse a trabajar daba todo lo que tenía así es que no me veía corto al medirme los ánimos con los de otros, creo que se despertó en mi cierta picardía o intuición. Pues estuve en varios sitios de labrador y me gané cierta fama y un mayoral que tuve cuando fue a mi casa aquella noche para despedirse de mi porque me iba a la Mili le dijo a mis padres que era muy buen chaval pero un poco presumido. Claro que me gustaba mirar lo que hacia y sabia bien los aperos de labranza y arar no se me daba mal.
Todo esto que te cuento son reminiscencia del pasado, pero que afloran de la memoria como las lentejas que hoy he cocinado. Hoy me ha venido a la mente saber las clases de temperamentos clásicos que han existido des de Hipócrates, Galeno, y Aecio aunque este último es de edad tardía pero fue discípulo de Galeno, (Sanguíneo, colérico, melancólico y flemático). Pero claro que de estos ninguno es químicamente puro y todos tienes cosas buenas y menos buenas, pero ya va bien el estudiar en cual de esto se encuentra uno actualmente cuando va disminuyendo las fuerzas, pero el espíritu es lo último que nos deja porque suele estar fresco y con más experiencia que cuando tenia uno dieciocho años y como reza la máxima (Si el Joven supiera y el viejo pudiera no habría cosa que en el mundo no se hiciera) vemos que a todas las edades hay alguna cosa de la que pueda uno desfrutar.
Yo se que no tengo grandes haberes a nivel intelectual, pero hay que ver la máquina que he picado yo creo que las teclas del ordenador ya conocen mis dedos.
De política nada te cuento, pero me acuerdo de la definición que un día oí decir a un compañero de trabajo en una asamblea del taller que dijo que política era el arte de gobernar. pues veremos a que lugar nos lleva la política que quieren arreglar estos políticos que cada día son más herméticos para ocultar lo que esta en boca de toda la ciudadanía.
Saludos cordiales
Agustín
09-10-23