COMENTARIO
COMO OCUPAR EL TIEMPO
Cualquier persona que se determine a cambiar de vida, tiene que pensar en cambiar de hábitos, “el hábito no hace al monje pero ayuda a guardar la regla” para tomar esta decisión que puede ser libremente elegida o también nos puede venir impuesta por la vida, por ejemplo una jubilación, nos hace ver que las normas seguidas hasta el día de la jubilación, no son validas para días sucesivos.
Todo esto, no nos debe crear ningún agobio, sino que tenemos que tener presentes las siguientes consideraciones:
Tener firme voluntad para romper con cualquier atadura que nos ligue con el pasado, bien sea laboral o de otra índole.
Combatir con firmeza todo pensamiento que tenga relación con anteriores situaciones, las cosas que ya hemos dejado, pensar que están bien donde quedaron. Fuera devaneos.
Crearse nuevos hábitos de distracción para ocupar el espacio vacante que en otro tiempo tuvimos ocupado con la vida laboral.
Ver las cosas positivas que tuvimos ganas de hacer y que por estar ocupados no las hicimos.
No querer revivir situaciones pasadas ni para bien ni para mal. Vivir la realidad del presente
La mejor medicina para borrar todo lo grabado en el tiempo es el olvido, no traerlas para nada a la mente, sino combatirlo, un clavo sale con otro clavo en dirección contraria, un pensamiento se combate con otro pensamiento y una Idea se combate con su contraría.
Dejar crecer al nuevo hombre, ese que siempre has querido ser, y las circunstancias te lo han impedido, pues cada cual es hijo de sus circunstancias o del entorno en el cual se haya desenvuelto.
Nunca dejes que tu espíritu, se deje coger por el lamento, las cosas hay que pensarlas antes de hacerlas una vez hechas, si salen mal hay que empezarlas de nuevo.
Si te fijas – en el vado del cualquier río – en su orilla se va creando cierto lodo de barro que da origen al cieno (que desprende un olor fétido) este se aviva cuando alguien chapotea el agua al pasar por el río, y al subir el agua el cieno se aviva con el agua y este desprende olor, pero en verano cuando el caudal del río baja, y el lodo de la ribera el Sol lo seca y hace costra ya no desprende olor si no se remueve.
Pues al igual le pasa al hombre que se determine cambiar de hábitos, que tiene que hacerse a la idea, que para borrar un tiempo, tiene que dejar pasar otro tiempo y dicen: “ El tiempo y el Sol todo lo cura”
.
No hay tiempo mejor ni tiempo peor, sino que para cada tiempo hay una misión que cumplir o sino fíjate en los que dice la sabiduría popular y cito textualmente: “ El joven le dijo al tiempo, dame un desengaño y el tiempo le contesto yo te iré desengañando”.
El hombre de la tercera edad tiene el fruto de su experiencia para vivir la vida conforme a Razón y en toda plenitud, porque sus frutos ya están en sazón y han madurado con el tiempo, sea liberado de muchas cosas que en otro tiempo le hacían la guerra, hoy al presente le dan la paz, y aunque se acuerde del tiempo aquel que las pasiones le hacían guerra y le hacían caer una y otra vez ahora es señor del tiempo presente.
El tiempo pare la verdad, lo cual nos quiere decir que él es el padre de la verdad y la verdad es hija del tiempo, que puede ser mejor o peor, pero cada uno tiene su verdad.
El Poeta dijo, vamos a buscar la verdad, la tuya guárdatela, pero el poeta aquí no me esta hablando de la experiencia que a Mí me ha dado la vida, me habla de la verdad, pero yo le preguntaría al POETA, que es la verdad que quiere que busquemos, porque para abrir camino en la espesura, hay que talar muchos árboles, esto es haber cosechado el fruto de la experiencia de muchas verdades individuales.
Hay quien dijo hace dos mil años que el era el Camino la Verdad y la vida, y me fio más de está verdad que la que dijo el poeta.
15-08-05
COMO OCUPAR EL TIEMPO
Cualquier persona que se determine a cambiar de vida, tiene que pensar en cambiar de hábitos, “el hábito no hace al monje pero ayuda a guardar la regla” para tomar esta decisión que puede ser libremente elegida o también nos puede venir impuesta por la vida, por ejemplo una jubilación, nos hace ver que las normas seguidas hasta el día de la jubilación, no son validas para días sucesivos.
Todo esto, no nos debe crear ningún agobio, sino que tenemos que tener presentes las siguientes consideraciones:
Tener firme voluntad para romper con cualquier atadura que nos ligue con el pasado, bien sea laboral o de otra índole.
Combatir con firmeza todo pensamiento que tenga relación con anteriores situaciones, las cosas que ya hemos dejado, pensar que están bien donde quedaron. Fuera devaneos.
Crearse nuevos hábitos de distracción para ocupar el espacio vacante que en otro tiempo tuvimos ocupado con la vida laboral.
Ver las cosas positivas que tuvimos ganas de hacer y que por estar ocupados no las hicimos.
No querer revivir situaciones pasadas ni para bien ni para mal. Vivir la realidad del presente
La mejor medicina para borrar todo lo grabado en el tiempo es el olvido, no traerlas para nada a la mente, sino combatirlo, un clavo sale con otro clavo en dirección contraria, un pensamiento se combate con otro pensamiento y una Idea se combate con su contraría.
Dejar crecer al nuevo hombre, ese que siempre has querido ser, y las circunstancias te lo han impedido, pues cada cual es hijo de sus circunstancias o del entorno en el cual se haya desenvuelto.
Nunca dejes que tu espíritu, se deje coger por el lamento, las cosas hay que pensarlas antes de hacerlas una vez hechas, si salen mal hay que empezarlas de nuevo.
Si te fijas – en el vado del cualquier río – en su orilla se va creando cierto lodo de barro que da origen al cieno (que desprende un olor fétido) este se aviva cuando alguien chapotea el agua al pasar por el río, y al subir el agua el cieno se aviva con el agua y este desprende olor, pero en verano cuando el caudal del río baja, y el lodo de la ribera el Sol lo seca y hace costra ya no desprende olor si no se remueve.
Pues al igual le pasa al hombre que se determine cambiar de hábitos, que tiene que hacerse a la idea, que para borrar un tiempo, tiene que dejar pasar otro tiempo y dicen: “ El tiempo y el Sol todo lo cura”
.
No hay tiempo mejor ni tiempo peor, sino que para cada tiempo hay una misión que cumplir o sino fíjate en los que dice la sabiduría popular y cito textualmente: “ El joven le dijo al tiempo, dame un desengaño y el tiempo le contesto yo te iré desengañando”.
El hombre de la tercera edad tiene el fruto de su experiencia para vivir la vida conforme a Razón y en toda plenitud, porque sus frutos ya están en sazón y han madurado con el tiempo, sea liberado de muchas cosas que en otro tiempo le hacían la guerra, hoy al presente le dan la paz, y aunque se acuerde del tiempo aquel que las pasiones le hacían guerra y le hacían caer una y otra vez ahora es señor del tiempo presente.
El tiempo pare la verdad, lo cual nos quiere decir que él es el padre de la verdad y la verdad es hija del tiempo, que puede ser mejor o peor, pero cada uno tiene su verdad.
El Poeta dijo, vamos a buscar la verdad, la tuya guárdatela, pero el poeta aquí no me esta hablando de la experiencia que a Mí me ha dado la vida, me habla de la verdad, pero yo le preguntaría al POETA, que es la verdad que quiere que busquemos, porque para abrir camino en la espesura, hay que talar muchos árboles, esto es haber cosechado el fruto de la experiencia de muchas verdades individuales.
Hay quien dijo hace dos mil años que el era el Camino la Verdad y la vida, y me fio más de está verdad que la que dijo el poeta.
15-08-05
Hola Agustin. Buenas noches.
Pues a mí, también se me ha hecho hoy bastante tarde, y lo más curioso es que no he hecho nada. Esta mañana, se me ha ido sin darme cuenta, lo único que he hecho es oir Misa en la televisión desde la Catedral de Toledo.
Por la tarde, me he ido a andar yo sólo, y he aguantado hora y media. Luego me he puesto a leer una cosa que tenía a medias, y ya me ha dado la hora de la cena.
Muy buena esta segunda parte de la narración sobre el Recuerdo.
Es lo que tiene Agustin tener a los mastines muertos de hambre, si te descuidas se comen hasta las albarcas.
Entiendo perfectamente Agustin que hayas omitido el nombre de las personas.
Pero ya leo que te sabías muy bien el nombre de las bastantes caballerías que había en las cuadras, y por supuesto, las que Tú con mucho cariño, mimo y sabiduría manejabas muy bien.
Nosotros en mi casa, cuando yo era un zagal, también teníamos colgados todos estos utensilios en la habitación que llamábamos cocina y era donde estaba la chimenea y el fogón. En la matanza, colgábamos dos cañas largas, una para colgar los chorizos y otras las morcillas hasta que se secaban un poco. Luego las colgábamos en esas mismas cañas en la cámara.
Nosotros tampoco teníamos gas, ni carbón, la mayoría de lo que echábamos a la lumbre eran cepas bastante secas, y se encendía la lumbre con los sarmientos más finos y más secos. Hablamos de finales de los años 40 y principios de los 50. Bueno, las matanzas eran ya bien entrados los 50.
No tenía ni idea Agustin de lo que dices que se emplearon en la Construcción del Monasterio de Ucles piedras traídas de SEGÓBRIGA.
Agustin, ya se me ha hecho un poco tarde.
Que gocéis de un buen descanso, y hasta mañana si Dios quiere.
Un abrazo.
Paco.
Pues a mí, también se me ha hecho hoy bastante tarde, y lo más curioso es que no he hecho nada. Esta mañana, se me ha ido sin darme cuenta, lo único que he hecho es oir Misa en la televisión desde la Catedral de Toledo.
Por la tarde, me he ido a andar yo sólo, y he aguantado hora y media. Luego me he puesto a leer una cosa que tenía a medias, y ya me ha dado la hora de la cena.
Muy buena esta segunda parte de la narración sobre el Recuerdo.
Es lo que tiene Agustin tener a los mastines muertos de hambre, si te descuidas se comen hasta las albarcas.
Entiendo perfectamente Agustin que hayas omitido el nombre de las personas.
Pero ya leo que te sabías muy bien el nombre de las bastantes caballerías que había en las cuadras, y por supuesto, las que Tú con mucho cariño, mimo y sabiduría manejabas muy bien.
Nosotros en mi casa, cuando yo era un zagal, también teníamos colgados todos estos utensilios en la habitación que llamábamos cocina y era donde estaba la chimenea y el fogón. En la matanza, colgábamos dos cañas largas, una para colgar los chorizos y otras las morcillas hasta que se secaban un poco. Luego las colgábamos en esas mismas cañas en la cámara.
Nosotros tampoco teníamos gas, ni carbón, la mayoría de lo que echábamos a la lumbre eran cepas bastante secas, y se encendía la lumbre con los sarmientos más finos y más secos. Hablamos de finales de los años 40 y principios de los 50. Bueno, las matanzas eran ya bien entrados los 50.
No tenía ni idea Agustin de lo que dices que se emplearon en la Construcción del Monasterio de Ucles piedras traídas de SEGÓBRIGA.
Agustin, ya se me ha hecho un poco tarde.
Que gocéis de un buen descanso, y hasta mañana si Dios quiere.
Un abrazo.
Paco.