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BELMONTE: rases del día 26.08.08...

rases del día 26.08.08
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Costumbres y dinero, hacen a los hijos caballeros
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Criados, enemigos pagados
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Cuando el Sol sale, para todos sale
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RETRATO

Era aquel BUHONERO, enjuto de cara, cuerpo delgado, facciones venerables, el rostro sin barba, buen color de cara, Brazos largos y manos grandes, podría muy bien frisar los cincuenta años cuando lo conocí por primera vez.

Era una persona sin engaño en su boca de pocas palabras y bastante agradable en el trato, se dejaba querer por las personas mayores, y los niños lo veneraban respetándolo..

Sé hacia acompañar de su Rucio el cual ya tenia más de diez hiervas pero estaba bien conservado, y los dos juntos recorrían, aldeas, caseríos, cortijos, quinterías y alguna que otra alquería, siempre pasaban por cada una de ellas a la misma hora y a días fijos.

Se había ganado cierto prestigio de hombre bueno, serio y de palabra, las gentes de aquel contorno lo espera el día que por costumbre debía de pasar y si alguna vez se retraso todos se acordaban del, y lo achacaba de que le debía haber pasado algo.

Este hombre portaba su mercancía, una encima del Rucio el que llevaba elegantemente atalajado y la otra mercancía que era más liviana la llevaba colgada el dentro de su gabardina la cual no se la quitaba ni en verano, otoño invierno, ni tampoco en la primavera.

Esta gabardina ya tenia sus años pero seguía haciendo sus funciones igualito que el primer día que el BUHONERO la estreno, claro que aunque no estaba rota, acusaba las inclemencias del tiempo porque ya se le había ido el color y la mugre que tenia le hacia brillar como si fuera de CHAROL.

Encima del Rucio llevaba, algunas sartenes, peroles, tenazas, tranchetes, badiles, fuelles y alguna que otra trébede, utensilios de cocina los cuales solían venderlos bien a las amas de casa.

Debajo de aquella histórica GABARDINA que llevaba puesta ni para que te cuento, pues condecirte que al desabrochársela y ver todo lo que colgaba de su forro, la costurera más exigente quedaba totalmente satisfecha porque siempre era complacida de cualquiera cosa que le faltase para sus labores.

Era este BUHONERO querido por todos porque respetaba y sé hacia respetar, y la gente le tenia cariño, siempre le preguntaban que si había comido, le ofrecían de los manjares más exquisitos y le regalaban buenos pedazos de pan con su correspondiente jamón y queso que el amablemente cogía, más bien por tener a su clientela contenta, pues daba la sensación que sin tener nada más que lo puesto, todo lo demás le sobraba.

Así lo conocí muchos años hasta que le perdí el rastro, por tenerme que ir al servicio militar.

Por eso lo he traído hoy aquí a este escrito porque su Talante y su forma de ser, dejo pose en la mente de aquel jovenzuelo que hoy mayor quiere rendirle homenaje con su pluma de escritor y poeta, allí donde el se encuentre.

Es curioso, pero jamás lo vi entrar en casa de nadie, era recibido en el cruce del camino y desde allí cuando su clientela era complacida y habían hecho la compra. El proseguía su camino con los mismos andares con los que había llegado, hasta la próxima vuelta.
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Frases del día 26.08.08

Costumbres y dinero, hacen a los hijos caballeros

Criados, enemigos pagados

Cuando el Sol sale, para todos sale

RETRATO
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