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Reflexión
San Agustín escribió el libro de la Ciudad de Dios, para salir al paso de todos aquellos Patricios romanos que culpaban al nombre de Cristo de la caída de Roma en el verano del año 410 por Alarico que entro con sus tropa y destruyeron la capital romanan saqueándola a fugo y espada y muchos patricios romanos huyeron, y San Agustín fue el defensor del nombre de Cristo de todos aquello papanatas que lo querían ensuciar echándole la culpa de la caída de Romana por los visigodos, pero estos perdonaron a todos los romanos que se acogieron en las iglesias de Roma donde no osaron pasar los soldados visigodos solo porque respetaban el nombre de Cristo.
Por aquellas fechas había dos personajes que vieron con distint visión la caída de Roma, uno fue San Jerónimo que se lamentaba de la caída de Roma y apelaba a que muchos cristianos que perecieron en la tragedia, San Agustín ve en la caída de Roma que tuvo que caer como pagana y alzarse como cristiana.
En libro de la Ciudad de Dios San Agustín desarrolla dos pensamientos que serán la línea de sus escritos, cuando decía que dos amores construyeron don ciudades el Amor de Dios hasta el desprecio del amor propio, y el amor propio hasta llegar al desprecio de Dios.
Esto no llegaron a comprenderlo la mentes paganas y se escudaba que Roma había sido grande cuando daban culto a sus dioses, y tenia puesta toda su confianza en los pavos que había en el templo capitolino que esto les anunciaba con sus graznidos cuando Roma iba a ser atacad, pero cuando Alarico entra con sus tropas un 28 de Agosto del año 410 donde estaba los pavos del templo capitolino que no anunciaron con sus graznidos que Roma iba a ser destruida.
Pero aquí quiero hacer una salvedad cuando nos hablan del amor propio, pues este en si no es bueno ni malo en si, pero en algunas ocasiones el hombre siente las necesidades de servirse de el como carburante para alcanzar ciertas metas, a mi más de una vez me han dicho de que tengo mucho amor propio y esto ha sido, porque no me han llevado por donde yo no he querido ir en mis años mozos, pero como suelen decir que genio y figura hasta la sepultura, este amor propio del cual hablo no es ir contra mi fe ni contra mi Dios mayor mente veo una fuerza en el que te empuja a no perder lo que tienes y adquirir lo que necesita en como una fuerza que refuerza la voluntad del hombre.
03-05-24
San Agustín escribió el libro de la Ciudad de Dios, para salir al paso de todos aquellos Patricios romanos que culpaban al nombre de Cristo de la caída de Roma en el verano del año 410 por Alarico que entro con sus tropa y destruyeron la capital romanan saqueándola a fugo y espada y muchos patricios romanos huyeron, y San Agustín fue el defensor del nombre de Cristo de todos aquello papanatas que lo querían ensuciar echándole la culpa de la caída de Romana por los visigodos, pero estos perdonaron a todos los romanos que se acogieron en las iglesias de Roma donde no osaron pasar los soldados visigodos solo porque respetaban el nombre de Cristo.
Por aquellas fechas había dos personajes que vieron con distint visión la caída de Roma, uno fue San Jerónimo que se lamentaba de la caída de Roma y apelaba a que muchos cristianos que perecieron en la tragedia, San Agustín ve en la caída de Roma que tuvo que caer como pagana y alzarse como cristiana.
En libro de la Ciudad de Dios San Agustín desarrolla dos pensamientos que serán la línea de sus escritos, cuando decía que dos amores construyeron don ciudades el Amor de Dios hasta el desprecio del amor propio, y el amor propio hasta llegar al desprecio de Dios.
Esto no llegaron a comprenderlo la mentes paganas y se escudaba que Roma había sido grande cuando daban culto a sus dioses, y tenia puesta toda su confianza en los pavos que había en el templo capitolino que esto les anunciaba con sus graznidos cuando Roma iba a ser atacad, pero cuando Alarico entra con sus tropas un 28 de Agosto del año 410 donde estaba los pavos del templo capitolino que no anunciaron con sus graznidos que Roma iba a ser destruida.
Pero aquí quiero hacer una salvedad cuando nos hablan del amor propio, pues este en si no es bueno ni malo en si, pero en algunas ocasiones el hombre siente las necesidades de servirse de el como carburante para alcanzar ciertas metas, a mi más de una vez me han dicho de que tengo mucho amor propio y esto ha sido, porque no me han llevado por donde yo no he querido ir en mis años mozos, pero como suelen decir que genio y figura hasta la sepultura, este amor propio del cual hablo no es ir contra mi fe ni contra mi Dios mayor mente veo una fuerza en el que te empuja a no perder lo que tienes y adquirir lo que necesita en como una fuerza que refuerza la voluntad del hombre.
03-05-24