Buenas y soleadas tardes amigos Agustin y familia. También para Chusqui y Renato.
Tengo la sensación Agustin de que no te encuentras muy bien, o de que estás en algún viaje de vacaciones. Ya me contarás qué tal estáis todos.
Un abrazo.
Paco.
CUANDO LA NECEDAD Y LA ESTUPIDEZ, SE HACEN MAYORES DE EDAD.
Desde antes de tener uso de razón, desde nuestra más tierna infancia, tratábamos de entender, cuando oíamos a nuestros mayores decir:
¡Mirarlos, como se ríen, como disfrutan, que cara de felicidad! Todos deberíamos quedarnos, de alguna forma, en estos momentos en los que nuestra vida sólo tiene virtudes.
La Inocencia y la Candidez, en todos nuestros actos y pensamientos.
El Amor y la Dulzura, que en todo momento nos acompañan.
Luego, ya en la segunda infancia, las virtudes siguen acompañándonos, pero ya las practicamos menos.
Ya en nuestra adolescencia y juventud, nuestros pensamientos y forma de actuar, ya han ido cambiando, y esas virtudes, las hemos ido transformando, por la simple lógica, de que nuestros pensamientos y la forma de ver la vida, el entorno, y nuestras obligaciones y deberes, han ido cambiando la percepción de lo que vivimos y de lo que nos rodea, que nos lleva a hacer cambios bruscos en todo lo que es una nueva etapa en nuestro camino.
Pasamos esta etapa, la siguiente y la siguiente. Y los cambios, ya han sido demasiado grandes, y a veces casi inexplicables, tanto por todo lo que tenemos enfrente, y que se desarrolla, de una forma casi ininteligible para lo que creemos, cuando consideramos que podemos estar en la penúltima etapa en nuestro periplo o camino que es la vida, que creemos estar soñando, o tal vez viendo una película no apta para menores.
Al escribir este pequeño comentario, y a pesar de mis limitaciones como escribiente, esto no es hándicap, para que delante de mi, pasen miles y miles de visiones, y miles y miles de recuerdos, la mayoría de ellos no muy ajenos, y posiblemente de parecidas percepciones a
cientos de miles de personas.
Pero, como he escrito antes, ni soy escritor, ni tampoco es mi idea transmitir todos esos miles y miles de recuerdos y vivencias acumulados.
Sólo intento transmitir algunas observaciones, de como las pequeñas o grandes Virtudes de nuestra primera y segunda infancia, han ido desapareciendo, y se han convertido en pecados veniales, capitales o mortales.
-Como la Bondad, se ha hecho mayor y se ha convertido en Maldad.
-Como el Amor y la Dulzura, al hacerse mayores, se han convertido en Odios y Rabia.
-Como la Inocencia y la Candidez, se han hecho mayores, y se han convertido en Envidia y en Aves de Rapiña.
-Como cuando nuestros Padres nos fabricaban, y nuestras Madres nos alumbraban, eran como un soplo de Nueva Vida, de Felicidad y de Alegría, para la familia, para los amigos y para los vecinos.
-Como en estos tiempos, esas mismas percepciones siguen existiendo, pero al mismo tiempo, ya comenzamos a percibir algunas limitaciones que nos pueden sobrevenir.
Y así, paso a paso, vamos viendo el riguroso cambio, que experimentamos, cuando ya ni somos infantes, pero tampoco somos Matusalenes.
Y en algunos momentos del día, de la vida, y sobre todo en estos desequilibrantes momentos, que estamos viviendo, y en momentos o minutos de meditación o reflexión, llegamos a pensar que estamos en un pequeño sueño y exclamamos:
No es posible que ocurran tantas cosas tristes y desagradables en nuestras vidas. Para terminar reconociendo: “La Necedad y la Estupidez en la Sociedad, se han hecho Mayores, y no nos hemos dado cuenta”.
Mis reflexiones.
Paco.
Tengo la sensación Agustin de que no te encuentras muy bien, o de que estás en algún viaje de vacaciones. Ya me contarás qué tal estáis todos.
Un abrazo.
Paco.
CUANDO LA NECEDAD Y LA ESTUPIDEZ, SE HACEN MAYORES DE EDAD.
Desde antes de tener uso de razón, desde nuestra más tierna infancia, tratábamos de entender, cuando oíamos a nuestros mayores decir:
¡Mirarlos, como se ríen, como disfrutan, que cara de felicidad! Todos deberíamos quedarnos, de alguna forma, en estos momentos en los que nuestra vida sólo tiene virtudes.
La Inocencia y la Candidez, en todos nuestros actos y pensamientos.
El Amor y la Dulzura, que en todo momento nos acompañan.
Luego, ya en la segunda infancia, las virtudes siguen acompañándonos, pero ya las practicamos menos.
Ya en nuestra adolescencia y juventud, nuestros pensamientos y forma de actuar, ya han ido cambiando, y esas virtudes, las hemos ido transformando, por la simple lógica, de que nuestros pensamientos y la forma de ver la vida, el entorno, y nuestras obligaciones y deberes, han ido cambiando la percepción de lo que vivimos y de lo que nos rodea, que nos lleva a hacer cambios bruscos en todo lo que es una nueva etapa en nuestro camino.
Pasamos esta etapa, la siguiente y la siguiente. Y los cambios, ya han sido demasiado grandes, y a veces casi inexplicables, tanto por todo lo que tenemos enfrente, y que se desarrolla, de una forma casi ininteligible para lo que creemos, cuando consideramos que podemos estar en la penúltima etapa en nuestro periplo o camino que es la vida, que creemos estar soñando, o tal vez viendo una película no apta para menores.
Al escribir este pequeño comentario, y a pesar de mis limitaciones como escribiente, esto no es hándicap, para que delante de mi, pasen miles y miles de visiones, y miles y miles de recuerdos, la mayoría de ellos no muy ajenos, y posiblemente de parecidas percepciones a
cientos de miles de personas.
Pero, como he escrito antes, ni soy escritor, ni tampoco es mi idea transmitir todos esos miles y miles de recuerdos y vivencias acumulados.
Sólo intento transmitir algunas observaciones, de como las pequeñas o grandes Virtudes de nuestra primera y segunda infancia, han ido desapareciendo, y se han convertido en pecados veniales, capitales o mortales.
-Como la Bondad, se ha hecho mayor y se ha convertido en Maldad.
-Como el Amor y la Dulzura, al hacerse mayores, se han convertido en Odios y Rabia.
-Como la Inocencia y la Candidez, se han hecho mayores, y se han convertido en Envidia y en Aves de Rapiña.
-Como cuando nuestros Padres nos fabricaban, y nuestras Madres nos alumbraban, eran como un soplo de Nueva Vida, de Felicidad y de Alegría, para la familia, para los amigos y para los vecinos.
-Como en estos tiempos, esas mismas percepciones siguen existiendo, pero al mismo tiempo, ya comenzamos a percibir algunas limitaciones que nos pueden sobrevenir.
Y así, paso a paso, vamos viendo el riguroso cambio, que experimentamos, cuando ya ni somos infantes, pero tampoco somos Matusalenes.
Y en algunos momentos del día, de la vida, y sobre todo en estos desequilibrantes momentos, que estamos viviendo, y en momentos o minutos de meditación o reflexión, llegamos a pensar que estamos en un pequeño sueño y exclamamos:
No es posible que ocurran tantas cosas tristes y desagradables en nuestras vidas. Para terminar reconociendo: “La Necedad y la Estupidez en la Sociedad, se han hecho Mayores, y no nos hemos dado cuenta”.
Mis reflexiones.
Paco.