A mi esposa
A mi fiel compañera hoy
la llevo en mi pensamiento
en esto no te miento
y nunca aparento lo que soy.
Ni tampoco hago preguntas
ni suelo decir ¿Por qué?
Todo tiene su porqué
cuando el amor a dos ayunta.
Hasta que la muerte os separe
oí una voz que me decía
a la cual dije si, que obedecía
con voluntad y ayuda asi lo hare.
Pero todo requiere su tiempo
y el confite tienen su fermento
como el sol brilla en el firmamento
con algún que otro contratiempo.
Hoy reflexiono y me pregunto
soñando pero bien despierto
y el matrimonio no es del experto
es del que saborea miel y hiel junto.
Las cruces no son esperadas
y suelen llegar muy a deshora
sin previo aviso y en mala hora
quitando esperanzas logradas.
Entonces conocí a mi Amada
que me ayudo a llevar mi cruz
y en mi penumbra me dio luz
ya que mi alma estaba cansada.
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