RECORRIDO POR LOS SANTUARIOS MARIANOS DE ESPAÑA.
REAL MONASTERIO EL PUIG DE SANTA MARÍA, EN EL PUIG (VALENCIA)
En él se venera a Nuestra Señora de los Ángeles del Puig, un icono tallado que preside el retablo del altar mayor de la Iglesia del Monasterio.
El Puig y su Monasterio son emblemas de la Historia del Reino de Valencia. Al Puig se le ha llamado “la Covadonga valenciana” porque desde allí partió Jaime I el Conquistador para la toma definitiva de la ciudad de Valencia, tras rezar a Santa María y producirse el célebre hecho del murciélago (lo rat penat) que le indicó por donde podría atacar a los musulmanes a campo descubierto, en la la batalla conocida como del Puig o de Enesa, en la que también se dice que hizo su aparición San Jorge para inclinar definitivamente la balanza de la batalla en favor de los cristianos a pesar de encontrarse en inferioridad numérica. A partir de ahí, Jaime I remataria su casco con la figura de un murciélago, así como sobre la corona de su escudo, que pasaría después a ser el escudo del Reino de Valencia.
La fundación del monasterio se debe a la voluntad del rey de Aragón, don Jaime I el Conquistador, ya que mientras se encontraba en la actual población de El Puig (Puig = colina o montículo), con sus huestes preparando el asedio a la ciudad de Valencia, san Pedro Nolasco, fundador de la Orden de la Merced que acompañaba al rey, encontró enterrada en la colina donde hoy se alza el monasterio y debajo de una campana, una imagen en forma de icono en piedra de la Virgen María. Considerando el rey don Jaime este hallazgo como un hecho milagroso, proclamó a Santa María de El Puig como Patrona del reino de Valencia, mandando edificar un monasterio donde debía quedar custodiada la citada imagen y encargando a la Orden de la Merced la guardia perpetua del santuario. Actualmente, el Monasterio sigue estando regentado por los mercedarios.
Al santuario de Santa María de El Puig acudieron siempre las gentes valencianas en fervorosas y contInuas peregrinaciones. A santa María de El Puig rindieron pleitesía también los reyes Jaime I, Alfonso X el sabio, Pedro III el Grande, Pedro el Cruel, Felipe III y nuestros anteriores monarcas D. Juan Carlos I y Doña Sofía; y ante la imagen de santa María de El Puig humillaron sus tiaras los Papas Benedicto XIII, Calixto III y Alejandro VI, y los Arzobispos santo Tomás de Villanueva, san Juan de Ribera, y los demás prelados valentinos, sin excepción hasta nuestros días.
El Monasterio comprende dos elementos arquitectónicos distintos: El Convento propiamente dicho (residencia de los religiosos) y el Santuario de la Patrona del Reino de Valencia; constituyendo ambos elementos la grandiosa mole rectangular, flanqueada por cuatro macizos torreones, que destaca sobre la verdeante lozanía de la huerta y sobre la construcción urbana circundante.
El Convento actual, de planta y estilo escurialense, se comenzó a construir, con la bendición de san Juan de Ribera, el día 1 de septiembre de 1588, día de la colocación de la primera piedra en los cimientos del torreón sureste. Fue su arquitecto y primer maestro de obras Antón Dexado de la Cossa.
a entrada en el convento se realiza por su Portería, que se halla en la fachada este y a la que se llega por las dos rampas de acceso que salvan los desniveles que hay desde la calle del Pintor Peyró, por el norte, y desde la avenida Virgen del Puig, por el sur.
En el primer claustro encontramos el Refectorio, la Capilla, y un Salón gótico. Además de las cuatro alas en las que se exponen numerosos cuadros de José Vergara (1726-1799). En el centro, y desde las cuatro alas del claustro se puede acceder al patio central.
En el segundo claustro encontramos la Iglesia (Templo, sacristía, camarín de la Virgen) el Salón Real y el Salón de la Orden de Caballeros de El Puig.ç
Se puede admirar también cuadros de distintos autores (Vergara o Espinosa) y de temática religiosa)
La construcción del Santuario actual fue iniciada por el almirante don Roger de Lauria, el año 1300, continuada por su esposa, doña Saurina de Entenza, y concluida (a mediados del siglo XIV) por la hija de ambos, doña Margarita de Lauria y Entenza.
El templo es de planta rectangular, de tres naves con bóvedas de crucería sostenidas por robustas pilastras. Es un recinto de 26,40 por 16 metros (sin contar la profundidad de las capillas laterales), presidido por la Capilla Mayor o Presbiterio de ábside cuadrado, al estilo de los templos visigodos.
A la iglesia actual precedió, en el tiempo, la de una sola nave construida por orden de Jaime I, en 1238 y entregada a la Orden de la Merced por dicho monarca el 26 de julio de 1240, de la que se conserva únicamente la extraordinaria Portada, trasladada de su emplazamiento primitivo al lugar lateral que hoy ocupa.
El Camarín de la Virgen se halla situado detrás de la Capilla Mayor. En su cúpula, pechinas y paredes pintó José Vergara, en el año 1781, lo que la tradición nos cuenta de la imagen de Nuestra Señora de El Puig: que los ángeles la hicieron de una piedra del sepulcro de María; que la trajeron a El Puig; que aquí la veneraron apóstoles y monjes; que la enterraron los monjes debajo de una campana cuando la invasión musulmana; que luego fue hallada; y que D. Jaime I depositó a las plantas de la celestial Señora las llaves de la ciudad de Valencia cuando las recibió del rey moro Zeyan.
En el transcurso del tiempo el patronazgo de Valencia fue pasando popularmente a la Virgen de los Santos Inocentes, posteriormente Virgen de los Desamparados, que se veneraba en el Hospital de los Santos Inocentes que había fundado el Venerable Padre Jofré, también mercedario, dentro mismo de la ciudad de Valencia. El 10 de mayo de 1961 el papa San Juan XXIII tuvo a bien nombrar a la Virgen de los Desamparados como Patrona de Valencia y su Reino, desbancando así a la histórica figura de la Virgen del Puig como Patrona.
REAL MONASTERIO EL PUIG DE SANTA MARÍA, EN EL PUIG (VALENCIA)
En él se venera a Nuestra Señora de los Ángeles del Puig, un icono tallado que preside el retablo del altar mayor de la Iglesia del Monasterio.
El Puig y su Monasterio son emblemas de la Historia del Reino de Valencia. Al Puig se le ha llamado “la Covadonga valenciana” porque desde allí partió Jaime I el Conquistador para la toma definitiva de la ciudad de Valencia, tras rezar a Santa María y producirse el célebre hecho del murciélago (lo rat penat) que le indicó por donde podría atacar a los musulmanes a campo descubierto, en la la batalla conocida como del Puig o de Enesa, en la que también se dice que hizo su aparición San Jorge para inclinar definitivamente la balanza de la batalla en favor de los cristianos a pesar de encontrarse en inferioridad numérica. A partir de ahí, Jaime I remataria su casco con la figura de un murciélago, así como sobre la corona de su escudo, que pasaría después a ser el escudo del Reino de Valencia.
La fundación del monasterio se debe a la voluntad del rey de Aragón, don Jaime I el Conquistador, ya que mientras se encontraba en la actual población de El Puig (Puig = colina o montículo), con sus huestes preparando el asedio a la ciudad de Valencia, san Pedro Nolasco, fundador de la Orden de la Merced que acompañaba al rey, encontró enterrada en la colina donde hoy se alza el monasterio y debajo de una campana, una imagen en forma de icono en piedra de la Virgen María. Considerando el rey don Jaime este hallazgo como un hecho milagroso, proclamó a Santa María de El Puig como Patrona del reino de Valencia, mandando edificar un monasterio donde debía quedar custodiada la citada imagen y encargando a la Orden de la Merced la guardia perpetua del santuario. Actualmente, el Monasterio sigue estando regentado por los mercedarios.
Al santuario de Santa María de El Puig acudieron siempre las gentes valencianas en fervorosas y contInuas peregrinaciones. A santa María de El Puig rindieron pleitesía también los reyes Jaime I, Alfonso X el sabio, Pedro III el Grande, Pedro el Cruel, Felipe III y nuestros anteriores monarcas D. Juan Carlos I y Doña Sofía; y ante la imagen de santa María de El Puig humillaron sus tiaras los Papas Benedicto XIII, Calixto III y Alejandro VI, y los Arzobispos santo Tomás de Villanueva, san Juan de Ribera, y los demás prelados valentinos, sin excepción hasta nuestros días.
El Monasterio comprende dos elementos arquitectónicos distintos: El Convento propiamente dicho (residencia de los religiosos) y el Santuario de la Patrona del Reino de Valencia; constituyendo ambos elementos la grandiosa mole rectangular, flanqueada por cuatro macizos torreones, que destaca sobre la verdeante lozanía de la huerta y sobre la construcción urbana circundante.
El Convento actual, de planta y estilo escurialense, se comenzó a construir, con la bendición de san Juan de Ribera, el día 1 de septiembre de 1588, día de la colocación de la primera piedra en los cimientos del torreón sureste. Fue su arquitecto y primer maestro de obras Antón Dexado de la Cossa.
a entrada en el convento se realiza por su Portería, que se halla en la fachada este y a la que se llega por las dos rampas de acceso que salvan los desniveles que hay desde la calle del Pintor Peyró, por el norte, y desde la avenida Virgen del Puig, por el sur.
En el primer claustro encontramos el Refectorio, la Capilla, y un Salón gótico. Además de las cuatro alas en las que se exponen numerosos cuadros de José Vergara (1726-1799). En el centro, y desde las cuatro alas del claustro se puede acceder al patio central.
En el segundo claustro encontramos la Iglesia (Templo, sacristía, camarín de la Virgen) el Salón Real y el Salón de la Orden de Caballeros de El Puig.ç
Se puede admirar también cuadros de distintos autores (Vergara o Espinosa) y de temática religiosa)
La construcción del Santuario actual fue iniciada por el almirante don Roger de Lauria, el año 1300, continuada por su esposa, doña Saurina de Entenza, y concluida (a mediados del siglo XIV) por la hija de ambos, doña Margarita de Lauria y Entenza.
El templo es de planta rectangular, de tres naves con bóvedas de crucería sostenidas por robustas pilastras. Es un recinto de 26,40 por 16 metros (sin contar la profundidad de las capillas laterales), presidido por la Capilla Mayor o Presbiterio de ábside cuadrado, al estilo de los templos visigodos.
A la iglesia actual precedió, en el tiempo, la de una sola nave construida por orden de Jaime I, en 1238 y entregada a la Orden de la Merced por dicho monarca el 26 de julio de 1240, de la que se conserva únicamente la extraordinaria Portada, trasladada de su emplazamiento primitivo al lugar lateral que hoy ocupa.
El Camarín de la Virgen se halla situado detrás de la Capilla Mayor. En su cúpula, pechinas y paredes pintó José Vergara, en el año 1781, lo que la tradición nos cuenta de la imagen de Nuestra Señora de El Puig: que los ángeles la hicieron de una piedra del sepulcro de María; que la trajeron a El Puig; que aquí la veneraron apóstoles y monjes; que la enterraron los monjes debajo de una campana cuando la invasión musulmana; que luego fue hallada; y que D. Jaime I depositó a las plantas de la celestial Señora las llaves de la ciudad de Valencia cuando las recibió del rey moro Zeyan.
En el transcurso del tiempo el patronazgo de Valencia fue pasando popularmente a la Virgen de los Santos Inocentes, posteriormente Virgen de los Desamparados, que se veneraba en el Hospital de los Santos Inocentes que había fundado el Venerable Padre Jofré, también mercedario, dentro mismo de la ciudad de Valencia. El 10 de mayo de 1961 el papa San Juan XXIII tuvo a bien nombrar a la Virgen de los Desamparados como Patrona de Valencia y su Reino, desbancando así a la histórica figura de la Virgen del Puig como Patrona.