Reflexión
El arte de vivir
Decía el orador latino Marco Tulio Cicerón que hasta las cosas más ínfimas en los animales están realizadas por la madre naturaleza con su arte y fijémonos en las hormigas que son pequeñas, pero la madre naturaleza las dotó del instinto de conservación y las vemos como trabajan en el verano para proveerse de alimento para los días de invierno y como cuando llueve y se les inunda el hormiguero sacan los granos que han germinado para cortarles el tallo y otra vez lo entran al hormiguero.
Esta labor está hecha con suma inteligencia, porque si dejase los granos de trigo germinar en el hormiguero cubriría todo el y no dejarían espacio para el granero que piensan hacer en el verano para cubrir las necesidades del invierno.
Las hormigas son dignas de observarlas como siendo tan diminutas pueden con los enormes granos de trigo y en su ir y venir al hormiguero no tropiezan unas con otras interrumpiéndose el paso, aquí demuestran que están dotadas de un instinto muy grande en cuanto al orden se refiere.
Los hombres no somo igual que las hormigas, pues cuando vemos que un hombre en cualquier rama del saber se destaca no le faltan obstáculos que salvar, puestos estos por otros hombres y es que los hombres somos influidos por la envidia que esta no es mala cuando es sana y nos sirve como fuerza de superación.
El hombre se devanea el seso para luchar por adquirir dominio sobre el hombre de aquí nace la mayoría de los males que atañen a la sociedad, y de aquí nacen muchos males a la misma sociedad que va creando asociaciones que luchan unas con otras por entorpecerse el buen ritmo de la sociedad.
06-09-24
El arte de vivir
Decía el orador latino Marco Tulio Cicerón que hasta las cosas más ínfimas en los animales están realizadas por la madre naturaleza con su arte y fijémonos en las hormigas que son pequeñas, pero la madre naturaleza las dotó del instinto de conservación y las vemos como trabajan en el verano para proveerse de alimento para los días de invierno y como cuando llueve y se les inunda el hormiguero sacan los granos que han germinado para cortarles el tallo y otra vez lo entran al hormiguero.
Esta labor está hecha con suma inteligencia, porque si dejase los granos de trigo germinar en el hormiguero cubriría todo el y no dejarían espacio para el granero que piensan hacer en el verano para cubrir las necesidades del invierno.
Las hormigas son dignas de observarlas como siendo tan diminutas pueden con los enormes granos de trigo y en su ir y venir al hormiguero no tropiezan unas con otras interrumpiéndose el paso, aquí demuestran que están dotadas de un instinto muy grande en cuanto al orden se refiere.
Los hombres no somo igual que las hormigas, pues cuando vemos que un hombre en cualquier rama del saber se destaca no le faltan obstáculos que salvar, puestos estos por otros hombres y es que los hombres somos influidos por la envidia que esta no es mala cuando es sana y nos sirve como fuerza de superación.
El hombre se devanea el seso para luchar por adquirir dominio sobre el hombre de aquí nace la mayoría de los males que atañen a la sociedad, y de aquí nacen muchos males a la misma sociedad que va creando asociaciones que luchan unas con otras por entorpecerse el buen ritmo de la sociedad.
06-09-24
