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Tú y tú mismo, conócete a ti mismo.
Vemos que desde tiempos remotos la máxima escrita en el dintel de la puerta del templo dedicado a Delfos dios de la mar y escrita por algún sabio de la época de aquel tiempo todavía está en vigor y recorrerá hasta el fin de los tiempo llevada en las neuronas del pensamiento clásico.
Los hombres han descubierto muchas cosas que han enriquecido la humanidad, pero todas tiene un principio que es Tu y tu mismo, todo ha salido de la meditación de algún cerebro que le dio por observar la naturaleza y luego imitarla, en la naturaleza está escrita toda la ciencia pasada, actual y futura, pero esta se encuentra en la meditación.
La meditación es una fuerza que tiene la capacidad de entrar en el mundo interior de todo hombre y ver en este mundo todo lo que no llega abarcar con los sentido o ventanas del cuerpo, la conciencia del hombre es un espejo donde se halla todo el saber vivido y por vivir, pero los hombres viven en su mundo exterior y en los trabajos que este tiene para caminar entre los obstáculos, pero que él es incapaz de removerlos para ver lo que encuentra. Es aquí donde se encuentra la verdadera filosofía de la vida cuando el hombre entra en su interior y empieza a remover los obstáculos que le impidieron avanzar y que fue impedido por sus miedos.
Los miedos se encuentran en nuestra conciencia y nadie nos los da somos nosotros los que los creamos y esto le pasa a la mayoría de las personas que no han aprendido a navegar por su mundo interior lleno de riquezas y que nos hemos aprendido a explorar en el interior del hombre está la riqueza espiritual, y esto tal vez lo halle en la edad cagada de experiencia que fue cosechando a través de los años y sus vivencias.
La vida del hombre tiene que estar en reposo y fuera de todo miedo temporal que lo atenace, el hombre encuentra la serenidad en la ancianidad cuando ya no tiene prisas, porque ve lo que ha vivido y ha sufrido hasta llegar donde se encuentra. Pero tiene que acordarse siempre del Tu y tú mismo, conócete a ti mismo, por mucho que el hombre lea y oiga siempre será lo que el descubra en su interior y en su soledad enriquecedora, pero para llegar a este estado de ánimo se requiere serenidad y constancia en querer entrar en su interior y vivir la soledad y disipar todo los miedos que le atenaceen.
09-09-24
Vemos que desde tiempos remotos la máxima escrita en el dintel de la puerta del templo dedicado a Delfos dios de la mar y escrita por algún sabio de la época de aquel tiempo todavía está en vigor y recorrerá hasta el fin de los tiempo llevada en las neuronas del pensamiento clásico.
Los hombres han descubierto muchas cosas que han enriquecido la humanidad, pero todas tiene un principio que es Tu y tu mismo, todo ha salido de la meditación de algún cerebro que le dio por observar la naturaleza y luego imitarla, en la naturaleza está escrita toda la ciencia pasada, actual y futura, pero esta se encuentra en la meditación.
La meditación es una fuerza que tiene la capacidad de entrar en el mundo interior de todo hombre y ver en este mundo todo lo que no llega abarcar con los sentido o ventanas del cuerpo, la conciencia del hombre es un espejo donde se halla todo el saber vivido y por vivir, pero los hombres viven en su mundo exterior y en los trabajos que este tiene para caminar entre los obstáculos, pero que él es incapaz de removerlos para ver lo que encuentra. Es aquí donde se encuentra la verdadera filosofía de la vida cuando el hombre entra en su interior y empieza a remover los obstáculos que le impidieron avanzar y que fue impedido por sus miedos.
Los miedos se encuentran en nuestra conciencia y nadie nos los da somos nosotros los que los creamos y esto le pasa a la mayoría de las personas que no han aprendido a navegar por su mundo interior lleno de riquezas y que nos hemos aprendido a explorar en el interior del hombre está la riqueza espiritual, y esto tal vez lo halle en la edad cagada de experiencia que fue cosechando a través de los años y sus vivencias.
La vida del hombre tiene que estar en reposo y fuera de todo miedo temporal que lo atenace, el hombre encuentra la serenidad en la ancianidad cuando ya no tiene prisas, porque ve lo que ha vivido y ha sufrido hasta llegar donde se encuentra. Pero tiene que acordarse siempre del Tu y tú mismo, conócete a ti mismo, por mucho que el hombre lea y oiga siempre será lo que el descubra en su interior y en su soledad enriquecedora, pero para llegar a este estado de ánimo se requiere serenidad y constancia en querer entrar en su interior y vivir la soledad y disipar todo los miedos que le atenaceen.
09-09-24