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APEROS DE LABRANZA
El yugo manchego lo componen
Un ombligo con sus dos camellas
Que el Carretero, une y las sella
Y cada camella lleva un morrión.
Cuatro agujeros en sus camellas
Para introducir cuatro costillas
Con sus cabezas de manzanilla
Y con el geme, son ellas medidas.
Llevando en su ombligo un Coliseo
Para el ajuste de correa y mediana
Donde va el gancho con su cadena
Al conjunto estira perros le llaman.
También lleva dos fuertes colleras
Donde posa el cuello de las mulas
Apoyando en el rollo de las mantas
Queda ajustando con las uncieras.
Cubriendo todo este fuerte armazón
Un pellejo hermoso de oveja de lana
Que con guesón todo el se descarna
Cortándose, al sesgó de pierna a rabo.
Esta forma del yugó, todo belleza
Y el conjunto queda de una pieza
Dejando del gañán la semblanza
Y apunto queda para la labranza.
El yugo manchego lo componen
Un ombligo con sus dos camellas
Que el Carretero, une y las sella
Y cada camella lleva un morrión.
Cuatro agujeros en sus camellas
Para introducir cuatro costillas
Con sus cabezas de manzanilla
Y con el geme, son ellas medidas.
Llevando en su ombligo un Coliseo
Para el ajuste de correa y mediana
Donde va el gancho con su cadena
Al conjunto estira perros le llaman.
También lleva dos fuertes colleras
Donde posa el cuello de las mulas
Apoyando en el rollo de las mantas
Queda ajustando con las uncieras.
Cubriendo todo este fuerte armazón
Un pellejo hermoso de oveja de lana
Que con guesón todo el se descarna
Cortándose, al sesgó de pierna a rabo.
Esta forma del yugó, todo belleza
Y el conjunto queda de una pieza
Dejando del gañán la semblanza
Y apunto queda para la labranza.