Reflexión
Demos la bienvenida al OTOÑO con la oda que compuso el maestro Fray Luis de León a su amigo el maestro Grial, y que un servidor se la memorizo en sus ratos de ocio.
Recoge ya en su seno, el campo su hermosura, el cielo aoja con luz triste el amenos verdor y hoja a hoja la cima de los árboles despoja, ya Febo inclina el paso al resplandor Egeo ya del día las horas corta escaso, ya Eolo al mediodía soplando nubes nos envía ya el ave vengadora del Íbico navega los nublado y con voz ronca llora, y el cuello al yugo atado los bueyes van rompiendo los sembrados el tiempo nos convida a los estudios nobles y a la fama, Grial a la subida del sacro monte llama do no podrá subir la postrer llama, alarga el bien guiado paso y la cuesta vence y solo gana la cumbre del collado do más pura mana la fuente satisfaz tu ardiente gana, no cures si el perdido error admira el oro y va sediento por un nombre fingido que no así vuela el viento cuando es fugaz y vano aquel contento, escribe lo que Febo te dicte favorable que los antiguo igual y vence al nuevo estilo y caro amigo que no podre atener contigo, que yo de un torbellino traidor acometido y derrocado del camino al hondo en el vuelo las alas he quebrado.
Del maestro Fray Luis de León, esta oda se la dedicó a su amigo Grial.
20-09-24
Demos la bienvenida al OTOÑO con la oda que compuso el maestro Fray Luis de León a su amigo el maestro Grial, y que un servidor se la memorizo en sus ratos de ocio.
Recoge ya en su seno, el campo su hermosura, el cielo aoja con luz triste el amenos verdor y hoja a hoja la cima de los árboles despoja, ya Febo inclina el paso al resplandor Egeo ya del día las horas corta escaso, ya Eolo al mediodía soplando nubes nos envía ya el ave vengadora del Íbico navega los nublado y con voz ronca llora, y el cuello al yugo atado los bueyes van rompiendo los sembrados el tiempo nos convida a los estudios nobles y a la fama, Grial a la subida del sacro monte llama do no podrá subir la postrer llama, alarga el bien guiado paso y la cuesta vence y solo gana la cumbre del collado do más pura mana la fuente satisfaz tu ardiente gana, no cures si el perdido error admira el oro y va sediento por un nombre fingido que no así vuela el viento cuando es fugaz y vano aquel contento, escribe lo que Febo te dicte favorable que los antiguo igual y vence al nuevo estilo y caro amigo que no podre atener contigo, que yo de un torbellino traidor acometido y derrocado del camino al hondo en el vuelo las alas he quebrado.
Del maestro Fray Luis de León, esta oda se la dedicó a su amigo Grial.
20-09-24