Reflexión
“ Dejo las invocaciones de famosos poetas y oradores, no curo de sus ficciones que traen yerbas secretas su sabores pues aquel solo me encomiendo, aquél sólo invoco yo de verdad, que en este mundo viviendo el mundo no conoció su deidad. (Jorge Manrique)
El hombre que hay en el poeta Jorge Manrique sabe lo que son los encantos de la mente y cual es el fin de su alma que es encontrarse con el Cristo redentor, el que un día dijo venir a mí los que estéis afligido y doloridos que yo os aliviaré, y es que la vida del hombre no tiene más sentido en este camino de purificación que es el vivir cotidiano para la salvación de su alma, ante estas palabras los espíritus más aguerrido han depuesto sus armas, “ De que le sirve al hombre ganar todo el oro del mundo si pierde su alma”.
Y es que la vida del alma es eterna es disfrutar de la gloria beatífica junto con el Padre el Hijo y el Espíritu Santo por toda la eternidad, qué cosa más grande hay que esta, por la cual han dejado tantos hombres sus vidas terrenales antes que perder lo bienes celestiales esos que son eternos y que hubo un hombre Dios que dijo al buen ladrón hoy mismo estarás conmigo en el paraíso.
Esto es inconmensurable como dijera el Apóstol San Pablo que en un arrebato fue llevado al cielo y luego lo quiso transmitir en esas palabras que los bienes del cielo son gozos que el alma humana no puede describir aunque quiera porque es tan grande que no cabe semejanza alguna que se pueda comparar en la tierra. Solo Cristo pudo dar a conocer estos bienes y refrendarlos con sus milagros pues la naturaleza lo obedeció y todo el orbe se puso a sus pies.
27-09-24
“ Dejo las invocaciones de famosos poetas y oradores, no curo de sus ficciones que traen yerbas secretas su sabores pues aquel solo me encomiendo, aquél sólo invoco yo de verdad, que en este mundo viviendo el mundo no conoció su deidad. (Jorge Manrique)
El hombre que hay en el poeta Jorge Manrique sabe lo que son los encantos de la mente y cual es el fin de su alma que es encontrarse con el Cristo redentor, el que un día dijo venir a mí los que estéis afligido y doloridos que yo os aliviaré, y es que la vida del hombre no tiene más sentido en este camino de purificación que es el vivir cotidiano para la salvación de su alma, ante estas palabras los espíritus más aguerrido han depuesto sus armas, “ De que le sirve al hombre ganar todo el oro del mundo si pierde su alma”.
Y es que la vida del alma es eterna es disfrutar de la gloria beatífica junto con el Padre el Hijo y el Espíritu Santo por toda la eternidad, qué cosa más grande hay que esta, por la cual han dejado tantos hombres sus vidas terrenales antes que perder lo bienes celestiales esos que son eternos y que hubo un hombre Dios que dijo al buen ladrón hoy mismo estarás conmigo en el paraíso.
Esto es inconmensurable como dijera el Apóstol San Pablo que en un arrebato fue llevado al cielo y luego lo quiso transmitir en esas palabras que los bienes del cielo son gozos que el alma humana no puede describir aunque quiera porque es tan grande que no cabe semejanza alguna que se pueda comparar en la tierra. Solo Cristo pudo dar a conocer estos bienes y refrendarlos con sus milagros pues la naturaleza lo obedeció y todo el orbe se puso a sus pies.
27-09-24