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BELMONTE: Reflexión...

Reflexión

Hoy 29 de septiembre se celebra la fiesta de los tres arcángeles San Miguel, San Gabriel, y San Rafael.

Pero hoy me callaré y dejaré a la imaginación que hable de lo que vio hoy día 29 de septiembre de décadas pasadas hay por el año 1950, en la Villa de Belmonte Cuenca comenzaba la feria de San Miguel un magno acontecimiento que se celebraba todos los años por estas fechas y tenía una celebración muy manchega y era porque los labradores cambiaban de amo cada año, el que no estuviera a gusto con su amo o el amo con el criado.

Pero yo la imaginación voy a hablar de lo que yo sentía por esta tarde cuando todas las luces se encendían y comenzaba la feria, el bullicio por las calles era una explosión de jubilo para los del pueblo, así como también para los pueblos colindantes pues no en vano la Villa de Belmonte era cabeza de partido de 24 pueblos de la provincia de Cuenca.

La feria de la Villa de Belmonte era una de las últimas del calendario nacional y aquí se desplazaban todos lo feriantes para hacer las ganancias ya que en las otras ferias habían cubierto los gasto, pues a esta feria venían feriantes de toda clases para vender sus productos, y las calles se llenaban de puestos, de toda clase de artículos.

También esta feria tenia su gran corrida de toros con su flamante plaza y que por aquí pasaron los mejores toreros de la época como Juan Belmonte, Cañero y Rafael el Gallo que dio una tarde memorable y un espectador le gritó desde las gradas que si había venido a la Villa de Belmonte a lucir su arte, pues aquella tarde estuvo magistral.

También se celebraba la segunda tarde el emplaste donde actuaban los más celebres artistas de la tauromaquia para disfrute de la gente joven con toda clase de chirigotas que hacían reír al público. También hay que resaltar que la feria se llenaba de gitanos que venían hacer sus tratos y lo primero que se les exigía era pasa por el cuartel de la guardia civil para Identificarse.

También llegaba ganado mular el cual iba a abrevar a la pila del aguas salobre que era toda una ilusión ver salir el agua por su caño, pero había puesto típicos como el hombre de la berenjenas en vinagre que se ponía siempre en la esquina de la peluquería del sr Charleston, otra curiosidad era el hombre de la maleta aquel que regalaba pañuelos, cuchillas de afeitar, y peines y que engañaba a lo descarado y la gente picaba una y otra vez y el hombre tenia su matricula de legalidad.

También nos acordamos y mucho del sr retratista, pues cuantas personas se hacían una fotografía al minuto para tener un recuerdo y que hoy la nieta puede ver a su abuela vestida de manola o a su abuelo vestido de torero.

También nos acordamos de los ricos churro que, hacían los señores buñueleros, aquí corto a la imaginación que hable y yo quiero traer la nostalgia que me embarga el corazón de un tiempo pasado que nunca jamás volverá.

29-09-24