Reflexión
“Es fuerte cosa un necio que se las echa de santo y con celo imprudente que es peor que el demonio” (San Alberto Magno)
Este santo que destacó en tantas ramas del saber aconsejaba ser prudentes a los cristianos a la hora de valorar los milagros, y tener muy en cuenta a la ciencia para que esta no pudiera negarlo atribuyéndolos a la fuerza de la naturaleza.
Muchos de los milagros que se han dado entre la gente creyente han sido meras ilusiones ópticas que la ciencia ha llegado a descubrir y tirar por tierra lo que se creía que era un milagro. Hoy en día la ciencia escrudiña las cosas con lupa antes que dar por bueno cualquier cosa que sean causas naturales.
Hay muchas leyendas que han llegado hasta nuestros días que han sido invenciones de poetas o escritores y no de hechos reales pero que deleitan a quienes las leen y sirven como pasatiempos aunque se puedan sacar algunas lecciones, vemos por ejemplo el Quijote que son pocos los que terminan de leerlo y si podemos sacar algunas lecciones práctica que nos sirvan para la vida cotidiana, pero en este caso como en otros muchos podemos valorar la fantástica imaginación para dar vida a tantos personajes como en el Quijote que llegan a los cincuenta y que don Miguel de Cervantes Saavedra da vida a todos en su obra.
Hoy en día y a pesar todo los pasatiempos que la sociedad ha creado el hombre siente la necesidad que le lean lo que le va a suceder y acude a los nigromantes y a la santerías y muchas veces paga pingües fortunas por estos servicios y es que la gente lo tiene todo y necesita espiritualmente acudir a estos sitios donde hayan una paz momentánea.
Además, estos servicios están autorizado por los gobiernos y pagan sus impuestos, y tienen su clientela fija, y es que el hombre cuando no es creyente es supersticioso, vemos en casas antiguas que todavía conservan algún artilugio en la pared como es la herradura signo contra los malos augurios.
05-10-24
“Es fuerte cosa un necio que se las echa de santo y con celo imprudente que es peor que el demonio” (San Alberto Magno)
Este santo que destacó en tantas ramas del saber aconsejaba ser prudentes a los cristianos a la hora de valorar los milagros, y tener muy en cuenta a la ciencia para que esta no pudiera negarlo atribuyéndolos a la fuerza de la naturaleza.
Muchos de los milagros que se han dado entre la gente creyente han sido meras ilusiones ópticas que la ciencia ha llegado a descubrir y tirar por tierra lo que se creía que era un milagro. Hoy en día la ciencia escrudiña las cosas con lupa antes que dar por bueno cualquier cosa que sean causas naturales.
Hay muchas leyendas que han llegado hasta nuestros días que han sido invenciones de poetas o escritores y no de hechos reales pero que deleitan a quienes las leen y sirven como pasatiempos aunque se puedan sacar algunas lecciones, vemos por ejemplo el Quijote que son pocos los que terminan de leerlo y si podemos sacar algunas lecciones práctica que nos sirvan para la vida cotidiana, pero en este caso como en otros muchos podemos valorar la fantástica imaginación para dar vida a tantos personajes como en el Quijote que llegan a los cincuenta y que don Miguel de Cervantes Saavedra da vida a todos en su obra.
Hoy en día y a pesar todo los pasatiempos que la sociedad ha creado el hombre siente la necesidad que le lean lo que le va a suceder y acude a los nigromantes y a la santerías y muchas veces paga pingües fortunas por estos servicios y es que la gente lo tiene todo y necesita espiritualmente acudir a estos sitios donde hayan una paz momentánea.
Además, estos servicios están autorizado por los gobiernos y pagan sus impuestos, y tienen su clientela fija, y es que el hombre cuando no es creyente es supersticioso, vemos en casas antiguas que todavía conservan algún artilugio en la pared como es la herradura signo contra los malos augurios.
05-10-24