“Así corrompe el ocio al cuerpo humano, como se corrompen las aguas si están quedas”
Ovidio
Sin embargo en la sociedad que nos ha tocado vivir, cada vez se le da más importancia al OCIO, y buscamos la forma y manera de pasar el tiempo, y nos da por viajar que es lo que más nos distrae.
Hay varios pensadores que no les ha gustado viajar porque se han conformado con lo que han visto dentro de ellos, y sin embargo también hay seres humanos que no les gusta estar mucho tiempo en un sitio y les da por andar ó viajar.
No hay que censurar a nadie porque la misma NATURALEZA tiene sus movimientos y también se goza con su tranquilidad, no siempre hay que estar en movimiento como tampoco en quietud.
Muchas veces nos encontraremos con pozos de cieno mal olientes pero si el Sol ha endurecido su costra el olor hediondo no se huele esta bajo esta costra que el sol con su calor ha llegado a soldar.
Vemos que cuando menos te lo esperas salta la liebre, esto también pasa en los chanchullos oscuros donde se esconden las acciones llevadas con alevosía y nocturnidad, que un día se destapa el chanchudo y todo se pone a cubierto como diciendo yo no he sido ha sido el otro, pero el otro también quiere esquivar la responsabilidad y acusa al primero que fue el que lo mando.
Suele decir el refrán que pecadores y encubridores penas por igual pero el caradura siempre encuentra la puerta de escape y se libra de ser acusado del delito, esto siempre suele pasar.
Ovidio
Sin embargo en la sociedad que nos ha tocado vivir, cada vez se le da más importancia al OCIO, y buscamos la forma y manera de pasar el tiempo, y nos da por viajar que es lo que más nos distrae.
Hay varios pensadores que no les ha gustado viajar porque se han conformado con lo que han visto dentro de ellos, y sin embargo también hay seres humanos que no les gusta estar mucho tiempo en un sitio y les da por andar ó viajar.
No hay que censurar a nadie porque la misma NATURALEZA tiene sus movimientos y también se goza con su tranquilidad, no siempre hay que estar en movimiento como tampoco en quietud.
Muchas veces nos encontraremos con pozos de cieno mal olientes pero si el Sol ha endurecido su costra el olor hediondo no se huele esta bajo esta costra que el sol con su calor ha llegado a soldar.
Vemos que cuando menos te lo esperas salta la liebre, esto también pasa en los chanchullos oscuros donde se esconden las acciones llevadas con alevosía y nocturnidad, que un día se destapa el chanchudo y todo se pone a cubierto como diciendo yo no he sido ha sido el otro, pero el otro también quiere esquivar la responsabilidad y acusa al primero que fue el que lo mando.
Suele decir el refrán que pecadores y encubridores penas por igual pero el caradura siempre encuentra la puerta de escape y se libra de ser acusado del delito, esto siempre suele pasar.