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BELMONTE: Buenas Tardes amigos Agustin y familia....

El perdón

El perdonar a una persona no es difícil, pero perdonar a uno que tenemos por enemigo es más difícil, pero si no paramos a reflexionar las ventajas saludables que tiene el saber perdonar no lo pensaríamos ni un minuto, y es que el perdón conlleva unos misterios que nos dan vida y nos quitan obsesiones, manía, rencores, vivimos perturbados y siempre con ideas fijas, que nos perjudican la salud, no somos dueños de nosotros porque los pensamientos nos nubla la razón y nos vienen pensamientos de toda índole.

La persona que sabe perdonar aquel que lo ofendió, rejuvenece su espíritu que le trae sosiego y paz, vive la vida con ilusión, la mente la despeja, aprende amar y sabe olvidar y no vive pensando la vida te sonríe, porque el perdón tiene muchas cosas positivas que te hacen crecer como persona para entender mejor al otro, el perón te trae muchas cosas que llevas dentro y no te habías dado cuenta lo valiosas que son.

También tenemos que saber perdonarnos a nosotros mismos porque no nos personamos y vivimos nerviosos por este motivo, porque no nos perdonamos cuando fracasamos y por ellos nos hundimos en el pesimismo y en la depresión

Buenas Tardes amigos Agustin y familia.
¿Qué tal el fin de semana Agustin?
Me alegra mucho que Chusqui y Renato aún se acuerden de mí y te envíen recuerdos para mí.
Como puedes comprobar, a veces, aunque no sepas si entro a leer tus cosas y tus poesías, es verdad que no entro todos los días, peros si que no me olvido de ellas, y tampoco de Ti.
Y como te he dicho alguna vez, hay cosas que me gustan más que otras, y a esas, me gusta darles mi punto de vista. Nunca diré que son mejores, ni peores que las tuyas, realmente son tuyas, y yo sólo aporto una pequeñez. Sólo que pretendo darles una visión parecida a la tuya, pero poniéndole un granito de arena de mi cosecha, y así, si se lo envío a alguien de confianza, me arrogo todos los méritos. Y en este punto, es cuando debo de pedirme perdón, por ser un arrogante y un egoísta, apropiándome de reflexiones tuyas.
Espero y deseo que os encontréis los tres bien, que es lo más importante.
Ya terminé el libro, de Poemas, que te envié. El libro de Proverbios y Refranes. Y el libro de chistes.
Hasta otro momento. Un abrazo fuerte para Ti y tus hijos.
Paco.

Quisiera escribir unas ideas sobre lo que yo entiendo por el: PERDÓN.
El ritmo con el que a veces vivimos gran parte de nuestros días, no nos deja en general ahondar un poco más sobre cuáles son las cosas que a veces dejamos apartadas u olvidadas, bien porque no les damos todo el sentido que tienen, o bien porque andamos demasiados obsesionados u obstinados en otras cosas que tienen menor importancia.
Hay una palabra, que creo conscientemente que tiene muchos y buenos y positivos significados: EL PERDÓN.
Perdonar a una persona, no es lo mismo que decirle te pido perdón. Lo primero, sale del corazón, lo segundo sólo sale de la boca. Lo cual quiere decir, que no siempre que estamos pidiéndole perdón a alguien, le estamos perdonando de verdad.
Si no paramos a reflexionar poniendo los cinco sentidos, cuando perdonamos a alguien de verdad, ese perdón tiene una serie de ventajas para nuestra mente y nuestro cuerpo.
El “Perdón que sale del corazón”, nos quita obsesiones, nos quita rencores,, nos quita manías, nos beneficia nuestra salud. Pues el perdón verdadero, el que sale del corazón, es casi como un misterio que nos rejuvenece, que nos da paz, que nos ayuda a olvidar malos tragos, que nos ayuda a sonreír en momentos que a veces son críticos. Nos ayuda a convivir con nuestros semejantes de forma altruista.
En una palabra: “Nos ayuda a ser más felices y complacientes con todo lo que nos rodea.
Pero, hay algo que deberíamos aprender desde el primer momento que comenzamos a tener uso de razón: “El perdón debe de comenzar por uno mismo”.
Y eso, no siempre es fácil. Pues no sabemos perdonarnos cuando hemos fracasado en algo que hemos emprendido. En algo que nos tenía ilusionados. En algo que queríamos conseguir. Y al no poderlo conseguir, no sabemos perdonarnos y caemos y nos hundimos en el pesimismo y en la depresión.
Y si no somos capaces de aprender a perdonarnos a nosotros mismos, es muy difícil, o posiblemente sea imposible que seamos capaces de perdonar a los demás.
Paco.