Reflexión
El aire abanica al ciprés y arranca al roble.
En estos días próximos a la fiesta de todos los santos y al día de los fieles difuntos frecuentamos los cementerios porque en ellos tenemos algún difunto enterrado, aunque hoy en día hay muchos ciudadanos que optan por la incineración y vemos en los cementerios que también hay urnas donde se puede depositar las cenizas de los difuntos.
Pero llama la atención que el arbolado de los cementerios son los cipreses también vemos que en los jardines de los monasterios también es frecuente encontrar este árbol que llama la atención porque es un árbol que tiende al recogimiento y suele alcanzar bastante altura.
La madera del ciprés tiene varias utilizaciones tanto para la industria de ebanistería como para la guitarras etc, es muy nombrado el ciprés del monasterio de Silos. Es uno de los árboles más famoso del mundo y ha cumplido ya 125 años y ha conseguido elevarse a 25 metros de altura.
Pero traigo aquí un ejemplo curioso que presencie en un compañero de trabajo que siempre llevaba en el bolsillo dos bolitas de ciprés llamada nueces de ciprés y me dijo que era porque tenía almorranas, y es que las hojas de ciprés también se utilizan para la medicinas, hay árboles de cipreses que duran hasta los mil años. Pero lo más corriente es que lleguen a los trescientos años.
También el ciprés del monasterio de silo ha inspirado a poetas.
El ciprés de Silos, de Gerardo Diego
Enhiesto surtidor de sombra y sueño
que acongojas el cielo con tu lanza.
Chorro que a las estrellas casi alcanza
devanado a sí mismo en loco empeño.
Mástil de soledad, prodigio isleño;
flecha de fe, saeta de esperanza.
Hoy llegó a ti, riberas de Arlanza
peregrina al azar, mi alma sin dueño.
Cuando te vi señero, dulce, firme,
qué ansiedades sentí de diluirme
y ascender como tú, vuelto en cristales.
Como tú, negra torre de arduos filos,
ejemplo de delirios verticales,
mudo ciprés en el fervor de Silos.
Estamos ante uno de los sonetos más célebres y ejemplares de la literatura en español.
El aire abanica al ciprés y arranca al roble.
En estos días próximos a la fiesta de todos los santos y al día de los fieles difuntos frecuentamos los cementerios porque en ellos tenemos algún difunto enterrado, aunque hoy en día hay muchos ciudadanos que optan por la incineración y vemos en los cementerios que también hay urnas donde se puede depositar las cenizas de los difuntos.
Pero llama la atención que el arbolado de los cementerios son los cipreses también vemos que en los jardines de los monasterios también es frecuente encontrar este árbol que llama la atención porque es un árbol que tiende al recogimiento y suele alcanzar bastante altura.
La madera del ciprés tiene varias utilizaciones tanto para la industria de ebanistería como para la guitarras etc, es muy nombrado el ciprés del monasterio de Silos. Es uno de los árboles más famoso del mundo y ha cumplido ya 125 años y ha conseguido elevarse a 25 metros de altura.
Pero traigo aquí un ejemplo curioso que presencie en un compañero de trabajo que siempre llevaba en el bolsillo dos bolitas de ciprés llamada nueces de ciprés y me dijo que era porque tenía almorranas, y es que las hojas de ciprés también se utilizan para la medicinas, hay árboles de cipreses que duran hasta los mil años. Pero lo más corriente es que lleguen a los trescientos años.
También el ciprés del monasterio de silo ha inspirado a poetas.
El ciprés de Silos, de Gerardo Diego
Enhiesto surtidor de sombra y sueño
que acongojas el cielo con tu lanza.
Chorro que a las estrellas casi alcanza
devanado a sí mismo en loco empeño.
Mástil de soledad, prodigio isleño;
flecha de fe, saeta de esperanza.
Hoy llegó a ti, riberas de Arlanza
peregrina al azar, mi alma sin dueño.
Cuando te vi señero, dulce, firme,
qué ansiedades sentí de diluirme
y ascender como tú, vuelto en cristales.
Como tú, negra torre de arduos filos,
ejemplo de delirios verticales,
mudo ciprés en el fervor de Silos.
Estamos ante uno de los sonetos más célebres y ejemplares de la literatura en español.