RELATO HISTORICO:
Se cuenta de los tercios de FLANDES, que en tiempos de Don. Gonzalo de Córdoba, apodado el GRAN CAPITAN, servía un soldado llamado Diego García de Paredes, que al correr del tiempo llegaría a ostentar el grado de capitán de aquellos TERCIOS ESPAÑOLES por su honradez, arrojo, valentía, y sobre todo por su fidelidad y obediencia al mando. Cosa que le granjeaba la amistad de todos aquellos soldado españoles que lo trataba.
Cuentan de Don Diego García de Paredes, los que llegaron a conocerlo, que fue uno de los pocos hombres que no han temblado sobre la tierra a la hora de entrar en combate.
Pero no siempre las tropas enemigas salían a combatir en campo abierto, sino que se disputaban la valía de uno y otro bando celebrando pequeños torneos, y los franceses llegaban en su convencimiento a creerse que eran mejores luchadores que los españoles a caballo.
Por aquel entonces el bando enemigo era el FRANCES, y entre su tropas se hallaba el favorito del rey de Francia, llamado BAYARDO, el cual gozaba de un prestigio desmesurado entre las tropas francesas y creían que era él más hábil caballero de armas, y sobre todo a caballo.
Se preparo un torneo entre el ejercito francés y el español, y Don Diego por aquellas fechas estaba convaleciente, y sus compañeros al oír que se presentaba el tal BAYARDO empezaron a ponerse algo preocupados y al final se decidieron ir a ver a Don Diego, que yacía convaleciente de una herida en la cabeza, cuando sus compañeros le contaron el relato de los acontecimientos. DON Diego con la valentía que le caracterizaba acepto el reto, y fue a pelear contra el favorito BAYARDO que en un arrojo de coraje y valentía Don Pedro hizo desmonta al tal BAYAROD de su caballo, y viendo que huía lo persiguió lanzándole piedras como si fuera un perro.
Don Diego García de Paredes, gozo del privilegio de los HIDALGOS que estaban exento de permanece descubiertos en presencia del rey, y se dio las circunstancias que por aquellas fechas se enfriaron las relaciones personales que en otro tiempo habían mantenido el rey Don Fernando el Católico y Don Gonzalo de Córdoba.
Y en una de las discusiones que ciertos nobles mantenían con el rey (es cuando la maledicencia hace acto de presencia) ponían la fidelidad de Don Gonzalo de Córdoba a su rey Don Fernando el Católico en entredicho, y o casualidad, que en aquel momento acertó a pasar por allí Don. DIEGO GARCIA DE PAREDES, El cual oyendo la conversación arrojando uno de sus guantes al suelo en violento desafió aquellos nobles, les dijo quien sostenga que Don. Gonzalo de Córdoba no es el más noble y leal caballero que sirve a nuestro rey Don Fernando el Católico, que coja el guante del suelo, y viendo que ninguno de aquellos nobles se decidían, lo recogió el Rey Don Fernando, y dándoselo en la mano al Don Diego, pronuncio aquella frase lapidaría que quedará para siempre en la historia.
Tomar el guante Don DIEGO, “ QUE DECIS VERDAD Y NADIE PODRÁ DESMENTIROS”.
Se cuenta de los tercios de FLANDES, que en tiempos de Don. Gonzalo de Córdoba, apodado el GRAN CAPITAN, servía un soldado llamado Diego García de Paredes, que al correr del tiempo llegaría a ostentar el grado de capitán de aquellos TERCIOS ESPAÑOLES por su honradez, arrojo, valentía, y sobre todo por su fidelidad y obediencia al mando. Cosa que le granjeaba la amistad de todos aquellos soldado españoles que lo trataba.
Cuentan de Don Diego García de Paredes, los que llegaron a conocerlo, que fue uno de los pocos hombres que no han temblado sobre la tierra a la hora de entrar en combate.
Pero no siempre las tropas enemigas salían a combatir en campo abierto, sino que se disputaban la valía de uno y otro bando celebrando pequeños torneos, y los franceses llegaban en su convencimiento a creerse que eran mejores luchadores que los españoles a caballo.
Por aquel entonces el bando enemigo era el FRANCES, y entre su tropas se hallaba el favorito del rey de Francia, llamado BAYARDO, el cual gozaba de un prestigio desmesurado entre las tropas francesas y creían que era él más hábil caballero de armas, y sobre todo a caballo.
Se preparo un torneo entre el ejercito francés y el español, y Don Diego por aquellas fechas estaba convaleciente, y sus compañeros al oír que se presentaba el tal BAYARDO empezaron a ponerse algo preocupados y al final se decidieron ir a ver a Don Diego, que yacía convaleciente de una herida en la cabeza, cuando sus compañeros le contaron el relato de los acontecimientos. DON Diego con la valentía que le caracterizaba acepto el reto, y fue a pelear contra el favorito BAYARDO que en un arrojo de coraje y valentía Don Pedro hizo desmonta al tal BAYAROD de su caballo, y viendo que huía lo persiguió lanzándole piedras como si fuera un perro.
Don Diego García de Paredes, gozo del privilegio de los HIDALGOS que estaban exento de permanece descubiertos en presencia del rey, y se dio las circunstancias que por aquellas fechas se enfriaron las relaciones personales que en otro tiempo habían mantenido el rey Don Fernando el Católico y Don Gonzalo de Córdoba.
Y en una de las discusiones que ciertos nobles mantenían con el rey (es cuando la maledicencia hace acto de presencia) ponían la fidelidad de Don Gonzalo de Córdoba a su rey Don Fernando el Católico en entredicho, y o casualidad, que en aquel momento acertó a pasar por allí Don. DIEGO GARCIA DE PAREDES, El cual oyendo la conversación arrojando uno de sus guantes al suelo en violento desafió aquellos nobles, les dijo quien sostenga que Don. Gonzalo de Córdoba no es el más noble y leal caballero que sirve a nuestro rey Don Fernando el Católico, que coja el guante del suelo, y viendo que ninguno de aquellos nobles se decidían, lo recogió el Rey Don Fernando, y dándoselo en la mano al Don Diego, pronuncio aquella frase lapidaría que quedará para siempre en la historia.
Tomar el guante Don DIEGO, “ QUE DECIS VERDAD Y NADIE PODRÁ DESMENTIROS”.