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BELMONTE: 2ª CAVILACION...

2ª CAVILACION

El pensamiento es un don precioso que el creador nos ha dado, y el cual nosotros o bien por pereza, nerviosismo o desilusión no lo ejercitamos o si lo hacemos no sacamos todo el partido que debiéramos, porque lo utilizamos en contadas ocasiones, y solemos improvisar la mayoría de la veces que hablamos.

Cada día nos damos cuenta por muchas fuentes de información, que según quien ostente el poder este lo puede utilizar de una forma o de otra pero siempre teniendo en cuenta sus intereses y sus conveniencias.

El individuo a de ser siempre responsable y al mismo tiempo comprensivo con uno mismo y con todos aquellos que no piensa como uno piensa, esto lo podemos aplicar en la vida cotidiana y darnos cuenta que después de haber trabajado y puesto interés en hacer las cosas para que salgan bien, si por cualquier motivo vemos que no hemos cosechado todo el fruto que esperábamos, nunca tiene que ser motivo de tristeza ni desesperación tenemos que ilusionarnos nuevamente, y para esto no hay mejor motivación que aceptar los resultados sean los que fueren.

Entrar en nuestro pensamiento, estar en nuestro pensamiento, vernos dentro de nuestro pensamiento, aprender dentro nuestro pensamiento, saber y practicar la distensión de nuestras preocupaciones dentro de nuestro pensamiento, encontrar la paz dentro de nuestro pensamiento, estar en paz con todo cuanto nos rodea estando en paz dentro de nuestro pensamiento. “ Cenáculo donde se oye la voz del maestro interior”

Nos damos cuentas de las cosas que en otro tiempo nos preocuparon y nos hicieron la guerra, incluso llegaron a quitarnos la paz, ahora al presente vemos que su fuego sea extinguido ya no salen a nuestro paso con su fueros como en otro tiempo, ya no son un obstáculo en nuestro caminar pero siguen estando con nosotros en nuestra memoria, porque son parte de nuestra vida, esta es nuestra HISTORIA.

Cada tiempo tiene sus preocupaciones, encontremos la solución a todo cuanto nos preocupa, para que nunca sea un obstáculo en las cosas cotidianas de nuestro caminar diario y no dejar que estas nos roben la paz.

En el mundo que hoy nos a tocado vivir se habla mucho de la técnica de la relajación, como vemos todo se aprende mediante el esfuerzo y la voluntad, nosotros tenemos que ser capaces de alcanzar lo que queremos. También nos podemos beneficiar de estas técnicas, pero hay que encontrar espacios de tiempo para la relajación y no hay mejor cosa que la práctica del ejercicio mental diario, acordarnos de lo que a este respecto decía: Blas PASCAL “el hombre no es feliz porque no ha aprendido a estar sentado en la silla de su habitación”..

Si nos fijamos bien vemos que todos los maestros de la vida espiritual en su caminar de su vida cotidiana van de la muchedumbre a la soledad, esto es el hombre tiene que tener actividad pero al mismo tiempo nuestro cuerpo y nuestro espíritu necesita también descanso, necesitamos sentirnos en nuestro interior, estar a gusto con nosotros mismos.

Cuando el espíritu se enerva o se ofusca constantemente a la larga sufre un desgaste en su mismo organismo y esto lo acusa, esto nos lleva la mayoría de la veces a enfermar tanto corporal como espiritual, la vida del espíritu es un camino en continua ascensión nunca se hará con una violenta subida, sino que es fruto de una constante perseverancia. Por querer ir a mas cada día.

Vemos que la alegría esta dentro de nosotros, pero tenemos que ver como esta nuestro estado de ánimo, y que es lo que hace que no siempre tengamos el caudal de ilusión a tope, tenemos que ser lo suficientemente experimentados y mas a cierta altura de la vida, para darnos cuenta de las causas que nos quitan la alegría, evitando siempre todas las ocasiones que motiven las caídas, entre otras muchas cosas será de suma importancia vigilar nuestra salud, el sueño, las amistades, incluso las conversaciones, así como nuestros pensamientos.

Tampoco hemos de acusarnos de nuestras caídas y de nuestro poco éxito, estando siempre machacándonos, hemos de saber perdonarnos a nosotros mismos. Nunca hemos de estar lamentándonos de nuestros fracasos, esto forma un circulo vicioso y el árbol nos impedirá ver el bosque.

Tener en cuenta de que hay que evitar los superfluo, hablar y dirigirse correctamente con los demás, más si esto los hacemos por escrito lo correcto no tiene que ver nada con la chabacanería.

Nunca alabar a nadie en demasía, esto levanta el deseo del desprecio.