Ofertas de luz y gas

BELMONTE: F...

F

TERTULIANOS:

Encontrándome actualmente distendido y con ganas de pensar, me vino de repente un pensamiento que en otro tiempo me había llamado la atención, pero quizás por estar absorbido en mis ocupaciones en aquel tiempo no me detuve en el, hoy me viene al presente y siendo otro mi estado de ánimo quiero reflexionarlo para sacar la lección práctica que a través de el pudiera yo alcanzar, es todo un tratado filosófico de una mujer que por aquellas calendas del siglo IV de la Era cristiana, ya tenía un concepto muy claro de algo que hoy pasamos muchas personas y que andamos por sus mismos pasos y no le damos importancia.

Nos enfrascamos en la lectura de obras voluminosas y nos engolosinamos con su lectura, y si bien es verdad que nos distraen de nuestras preocupaciones y despiertan nuestra curiosidad a veces por su contenido, pero solemos sacar poco provecho espiritual de ello.

Esto le pasa igual que los grandes discursos que embotan pero no enseñan, también hemos de decir que no todos los hechos confirman la regla, siempre hay excepciones, pero poniéndome en primera persona me pregunto algunas veces después de salir de haber oído una charla, o la homilía de una misa ¿Qué es lo que han dicho y lo digo con verdad que me cuesta retener y es que por la ocupación que he tenido en el trabajo y por el abanico de personas que he llegado a tratar he tenido que aprender a excogitar lo esencial de las conversaciones y mas si he tenido que pasar la información a otra persona? Quiero creer que no soy un caso único y es que creo que para instruir al ignorante entre los que me encuentro se debe de hacer con frases cortas, que el oyente se quede con ellas y las repiense, esta es la forma mas adecuada de instruir al ignorante, bajo mi punto de vista,

Esto ayuda a que el ignorante aprenda a saber pensar.

El Meditar y pensar desarrollan mas el pensamiento que, el leer y recitar, pero todo esto ha de ir precedido con método y guiado por el sentido común y quiero dejar aquí esta entrada en la cual me he ido alargando, pasando a la frase que tengo en el aula de mi pensamiento y que me esta esperando para que tengamos un soliloquio entra ella y yo. (Diálogo, coloquio, soliloquio.)

Una vez estaba reunida la primera comunidad agustina en una charla amena de filosofía en la cual se dilucidaban la solidez de los alimentos, y cuando aquella alma femenina y santa tuvo que opinar sobre la parte espiritual del alma y de que esta se alimentaba ella recogiendo el guante tomo la palabra y dijo que esta se alimentaba de la ciencia del conocimiento de las cosas.

Vemos que cualquier máquina que tenga autonomía suficiente para funcionar por si misma tiene que tener parte articulada, eléctrica y hidráulica y que estas estén convenientemente armonizadas para que produzcan un trabajo útil que se traduzca en una producción.

Nuestro cuerpo también consta de un organismo bien organizado que da vida a este cuerpo y que todos su miembros son importantes y necesarios, unos pueden ser sustituidos por la técnica tan avanzada en la actualidad, pero hay otros que no son sustituibles porque todavía la ciencia no ha llegado a dar una respuesta convincente de ello.

Fijémonos sino en la parte somática y en los humores del cuerpo la ciencia ha dado respuesta con la cirugía a muchos problemas del cuerpo pero fijémonos en el espíritu del hombre, o sea en la parte afectiva de la persona, cada vez aumentan mas sus necesidades a pesar de los adelantos que la técnica moderna ha ido creando y que esta no ha sido capaz de dar una respuesta clara con la cual el hombre se haya sentido satisfecho.

El hombre tiene unas necesidades espirituales que solo Dios su creador puede dar respuesta de ello, el hombre moderno lucha por querer prescindir de su creador queriendo valerse por si mismo, y se equivoca porque no encuentra una solución que de fiel cumplimiento a sus necesidades vitales. El hombre tiene que alimentar el cuerpo y también la parte espiritual como decía Santa Mónica, y a pesar de estar la sociedad tan abastecida de productos alimenticio para el cuerpo y sin embargo veo que cada vez el hombre tiene mas necesidad de alimentos espirituales.

Hoy hemos entrado en CRISIS MATERIAL, la espiritual hace tiempo que la venimos padeciendo.