La singularidad de la
laguna de
El Tobar reside en que las
aguas de su fondo son de extremada salinidad, en concreto, tienen tres veces mayor contenido en sal que el
agua del
mar, y nunca se mezclan con las de su superficie. Esa particularidad la ha convertido en
Refugio de
Fauna, Reserva Natural de Castilla-La Mancha y espacio protegido de la Red Natura 2000 europea, así como en punto de interés didáctico y científico.