La
naturaleza ha creado uno de los lugares más bellos y singulares de la Serranía de
Cuenca, pues durante siglos el
agua del
río Guadiela ha ido modelando la
roca hasta formar este impresionante escenario llamado la Hoz de
Beteta. Sus 8 kilómetros de
acantilados con más de 80 metros de altura guardan frondosos bosques umbríos donde podremos oír el rumor del agua junto con el canto de los pájaros.