Cuantos recuerdos, yo no llegue a conocer todo esto que mencionas carpetania, pero lo dislumbre en las ultimas matanzas: cuando mi padre y sus primos se juntaban en La Gloria y empezaban a preparar los chorizos y las viandas. Algo queda de esto en las noches de verano, cuando salen las sillas de enea con las tumbonas de playa y se habla de esto y de lo otro sin más objeto que el placer de hablar.
Otros tiempos eran. Un saludo.
Otros tiempos eran. Un saludo.