Saludos a todos, pues resulta que en Buciegas tenemos a tres personajes que fueron perseguidos por la Inquisición y uno de ellos fue además bastante curioso, aquí os dejo lo que he podido encontrar.
Un saludo.
Según Juan Blázquez tenemos tres procesos inquisitoriales en el pueblo, si bien solo nos detalla uno de ellos.
Fue el caso de Julián Moreno. Fechado en 1655 y siendo su legajo el 499. Se le reprendió por herejía luterana. Lo que ocurrió sencillamente es que este hombre “ pobre y rustico labrador” dio en decir que las misas “ no hacían bien al alma” y que los libros misales debían desaparecer. Hasta aquí nos encontramos con una afirmación teológica tan válida como cualquier otra, pero da que pensar sobre la salud del personaje el que dijera que sabía cuanto acaecía en las casas del pueblo. Denunciado por el cura, se considero que había hecho pacto con Satanás para acceder a tan cotillescos saberes y que sus ideas heréticas eran de inspiración diabólica, siendo el concepto de “ luterano “ más bien gratuito como no se quiera que la prédica de Lucero tuviera la misma inspiración diabólica. Fue castigado con permanecer en la ciudad de Cuenca pero al cabo de un tiempo volvió al pueblo. Las autoridades inquisitoriales decidieron que mejor dejarlo estar y que el cura lo vigilase. No debían considerarlo un peligro para el orden establecido.
Otro caso es de Julián Moreno acusado de bigamia en 1569, según se recoge en los legajos 705 y 469
Un último caso lo tenemos en Julián Mateos, blasfemia. 1578. manuera. Blasfemia.
Tres casos inquisitoriales en un pueblo tan pequeño nos dan una idea de hasta que punto llego la Inquisición a vigilar la propagación de la herejía y castigar los actos contrarios a la fe.
Fuente Huete y su tierra: un enclave inquisitorial conquense, de Juan Blázquez. También Papeles Sueltos de la Inquisición de Cuenca de Dimas Perez y Cirac Estopañan, Registro de los documentos del santo oficio de Cuenca y Siguenza.
Un saludo.
Según Juan Blázquez tenemos tres procesos inquisitoriales en el pueblo, si bien solo nos detalla uno de ellos.
Fue el caso de Julián Moreno. Fechado en 1655 y siendo su legajo el 499. Se le reprendió por herejía luterana. Lo que ocurrió sencillamente es que este hombre “ pobre y rustico labrador” dio en decir que las misas “ no hacían bien al alma” y que los libros misales debían desaparecer. Hasta aquí nos encontramos con una afirmación teológica tan válida como cualquier otra, pero da que pensar sobre la salud del personaje el que dijera que sabía cuanto acaecía en las casas del pueblo. Denunciado por el cura, se considero que había hecho pacto con Satanás para acceder a tan cotillescos saberes y que sus ideas heréticas eran de inspiración diabólica, siendo el concepto de “ luterano “ más bien gratuito como no se quiera que la prédica de Lucero tuviera la misma inspiración diabólica. Fue castigado con permanecer en la ciudad de Cuenca pero al cabo de un tiempo volvió al pueblo. Las autoridades inquisitoriales decidieron que mejor dejarlo estar y que el cura lo vigilase. No debían considerarlo un peligro para el orden establecido.
Otro caso es de Julián Moreno acusado de bigamia en 1569, según se recoge en los legajos 705 y 469
Un último caso lo tenemos en Julián Mateos, blasfemia. 1578. manuera. Blasfemia.
Tres casos inquisitoriales en un pueblo tan pequeño nos dan una idea de hasta que punto llego la Inquisición a vigilar la propagación de la herejía y castigar los actos contrarios a la fe.
Fuente Huete y su tierra: un enclave inquisitorial conquense, de Juan Blázquez. También Papeles Sueltos de la Inquisición de Cuenca de Dimas Perez y Cirac Estopañan, Registro de los documentos del santo oficio de Cuenca y Siguenza.