Hace casi 30 años desde que se levantó la destilería de espliego a los pies del
río Garibay. Y casi una década estuvo funcionando en la extracción de aceites esenciales de lavanda, popular por su aroma y virtud medicinal. Se recolectaban el tallo con sus
flores. Aplicado externamente, su aceite es útil en los primeros síntomas gripales y afecciones de garganta, sedante y un buen medicamento contra la melancolía. Añadido al
agua del baño, activa la circulación y alivia el cansancio.