Se me destroza el corazon y no puedo evitar romper a llorar por segunda vez al mirar tejadillos, la primera fue cuando lo abandone para siempre y la segunda es ahora. Solo confio que la magia del lugar contagie a alguien y le de las suficientes fuerzas para poder levantarlo de nuevo. Lo siento de todo corazon.
Fernando. Otra vista de como quedó después del incendio del verano pasado.