Tendrás que perdonarme Blanqui este atrevimiento mío. Mi inspiración creo que se tomó unos días de vacaciones y aún la espero. Pero tenemos la suerte de que un poeta de los más grandes y al que admiro, Mario Benedetti, escribió unos versos tan hermosos (Pablo Milanés les puso música y, seguro que los reconoces), que no he dudado y los he copiado a mi modo.
Este es mi regalo de bodas y espero que te ayude a templar esos nervios, que por otra parte... qué maravilla sentir el revolotear de mil mariposas... Hasta los girasoles se extasían con la vista preciosa del pueblo. Falta el yoni entre los girasoles.