Buenos días queridos paisanos,
Por fin puedo asomarme a este ventanal que tan abandonado he tenido últimamente (me temo que de aquí en adelante, aún más...).
Pero aquí los tenéis... el encuentro de los dos Antonio's que me regalaron una tarde de risas y delicatessen... ¡Cómo estaban las fresas!... Mientras nuestros dos amigos platicaban de plantas, y otros asuntos, yo me puse las botas.
Fue una tarde deliciosa y confío que habrá repeticiones.