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Buenos días tengan Vdes. Aquí me encuentro divinamente sentada en el banco, en esta terraza en lo alto divisando este hermoso valle.
Abaco, tus últimas estrofas están ya guardadas como las de nuestros amgios Blanqui y Antonio.
La última poesía de Antonio me dio pie para relatar un episodio en clave de humor que espero os guste.
Antonio decía... espero al despertar ver a mis amigos sanos...
¡Ál rico jamón serrano!
Sanos, vivitos y coleando,
Coleando se acercó el perrillo
Lazarillo de su amo
Olisqueando con su hociquillo
Un trozo de jamón serrano.
Serrano era el porte del amo
Bastón y sombrero lucía
Camisa blanca de mil rayas
que manchada quedó
por una gota de grasilla
que por su pechera se coló.
Un lamparón viscoso
emborronó las mil rayas
culpa del trozo de pernil
Que afanoso cortaba
Pues llevaba el buen hombre
Sin comer, por lo menos una semana.
Era tal el hambre que padecía
Este buen y elegante mendigo,
Que sus ojos se nublaron...
y hasta el habla perdía
haciéndosele la boca agua.
... Tal fue la enajenación que le embargó,
que no se percató
Ni del lamparón de la camisa
Ni del trote que emprendió
su perro lazarillo
Que ábido agarró entre dientes su presa...
... El trozo de jamón!
Porque, al igual que su amo,
Una semana llevaba
Sin probar bocado.
Moraleja:
No dejes perder ninguna ocasión. Atrápala al momento. Porque como dudes un solo instante, siempre habrá alguien más rápido que te deje con la boca abierta...
Un poco de humor para afrontar el jueves... ¡que ya tenemos encima un nuevo fin de semana!.
Un abrazo a los tres.
Abaco, tus últimas estrofas están ya guardadas como las de nuestros amgios Blanqui y Antonio.
La última poesía de Antonio me dio pie para relatar un episodio en clave de humor que espero os guste.
Antonio decía... espero al despertar ver a mis amigos sanos...
¡Ál rico jamón serrano!
Sanos, vivitos y coleando,
Coleando se acercó el perrillo
Lazarillo de su amo
Olisqueando con su hociquillo
Un trozo de jamón serrano.
Serrano era el porte del amo
Bastón y sombrero lucía
Camisa blanca de mil rayas
que manchada quedó
por una gota de grasilla
que por su pechera se coló.
Un lamparón viscoso
emborronó las mil rayas
culpa del trozo de pernil
Que afanoso cortaba
Pues llevaba el buen hombre
Sin comer, por lo menos una semana.
Era tal el hambre que padecía
Este buen y elegante mendigo,
Que sus ojos se nublaron...
y hasta el habla perdía
haciéndosele la boca agua.
... Tal fue la enajenación que le embargó,
que no se percató
Ni del lamparón de la camisa
Ni del trote que emprendió
su perro lazarillo
Que ábido agarró entre dientes su presa...
... El trozo de jamón!
Porque, al igual que su amo,
Una semana llevaba
Sin probar bocado.
Moraleja:
No dejes perder ninguna ocasión. Atrápala al momento. Porque como dudes un solo instante, siempre habrá alguien más rápido que te deje con la boca abierta...
Un poco de humor para afrontar el jueves... ¡que ya tenemos encima un nuevo fin de semana!.
Un abrazo a los tres.