Tendrás que perdonarme Blanqui este atrevimiento mío. Mi inspiración creo que se tomó unos días de vacaciones y aún la espero. Pero tenemos la suerte de que un poeta de los más grandes y al que admiro, Mario Benedetti, escribió unos versos tan hermosos (Pablo Milanés les puso música y, seguro que los reconoces), que no he dudado y los he copiado a mi modo.
Este es mi regalo de bodas y espero que te ayude a templar esos nervios, que por otra parte... qué maravilla sentir el revolotear de mil mariposas en el estomágo no?.
Abran puertas y ventanas,
Escuchen las campanas repicar
El día de la boda se acerca
La novia, radiante está.
No pide que su amor
Le entregue una estrella azul
Solo pide que su espacio
Lo llene de luz.
No pide que le firme
Diez papeles grises para amar
Sólo pide que su amor ame
Las flores que ella observa al caminar.
Su pasado no negará,
Tampoco pensará en el futuro
Que aún está por llegar
Y del presente
Qué le importa a la gente
Total, siempre van a hablar.
Ella sólo pide
Buenas razones para respirar
Y subir plácidamente y tranquila
Las escaleras hacia su altar.
Allí estará él
Sin la estrella azul,
Allí estará su amor
Llenando su espacio de luz.
Y a nuestros compañeros de banco, ni panceta ni perolillas, un abrazo fuerte y grande y decirles que el banco aquí está y les espera.
Este es mi regalo de bodas y espero que te ayude a templar esos nervios, que por otra parte... qué maravilla sentir el revolotear de mil mariposas en el estomágo no?.
Abran puertas y ventanas,
Escuchen las campanas repicar
El día de la boda se acerca
La novia, radiante está.
No pide que su amor
Le entregue una estrella azul
Solo pide que su espacio
Lo llene de luz.
No pide que le firme
Diez papeles grises para amar
Sólo pide que su amor ame
Las flores que ella observa al caminar.
Su pasado no negará,
Tampoco pensará en el futuro
Que aún está por llegar
Y del presente
Qué le importa a la gente
Total, siempre van a hablar.
Ella sólo pide
Buenas razones para respirar
Y subir plácidamente y tranquila
Las escaleras hacia su altar.
Allí estará él
Sin la estrella azul,
Allí estará su amor
Llenando su espacio de luz.
Y a nuestros compañeros de banco, ni panceta ni perolillas, un abrazo fuerte y grande y decirles que el banco aquí está y les espera.