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Que si tu tienes un barco
Para navegar en los mares
Nosotros tenemos un banco
Para descansar las tardes.
Aquí no perdemos el rumbo
Ni buscamos isla desierta
Ni de aguas de otro mundo
Pero gozamos de la siesta.
Ni mar de agua tranquilas
Tampoco sirenas ni arenas
O Ninfas en islas perdias
Ni diosas con piel morena.
Tenemos toda tranquilidad
Un banco de amistad buena
Tambien personas queridas
Estrella y noches serenas.
Con su barca va ha pescar
Ansiando de pescar sueños
Por el banco y sin buscar
Tenemos sueños muy buenos.
Saludos Salud y alegría para Damas y Caballeros.
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Que si tu tienes un barco
Para navegar en los mares
Nosotros tenemos un banco
Para descansar las tardes.
Aquí no perdemos el rumbo
Ni buscamos isla desierta
Ni de aguas de otro mundo
Pero gozamos de la siesta.
Ni mar de agua tranquilas
Tampoco sirenas ni arenas
O Ninfas en islas perdias
Ni diosas con piel morena.
Tenemos toda tranquilidad
Un banco de amistad buena
Tambien personas queridas
Estrella y noches serenas.
Con su barca va ha pescar
Ansiando de pescar sueños
Por el banco y sin buscar
Tenemos sueños muy buenos.
Saludos Salud y alegría para Damas y Caballeros.
Eso que dices Antonio de "pescar sueños", me ha gustado mucho...
En mi caso, hoy mi sueño se cumple y en esta ocasión, lo alcanzaré en tren. Sí, me voy al pueblo en tren... ¡me encanta viajar en tren!. Y mucho más, en éste. Tres vagones como mucho y un traqueteo que, en algún tramo, nos hace hasta brincar del asiento... La velocidad, justa (más bien lenta jajaja) que permite divisar hasta algún que otro conejillo. Puede, incluso, que nos encontremos con algún paisano y aprovechar, las algo más de 2h que dura el trayecto hasta Cuevas, para charlar. Y si no aparece el paisano, ya se ocupa el "revisador" como le llama mi madre, para ponernos al día de las obras de mejora de la vía, a modo de introducción antes de solicitar el billete y comentar nuestro destino... ¡Ah... es Vd. de Cuevas?... no, pero como si lo fuera... y ya arranco con mi retaíla de bonanzas sobre este lugar que tanto bueno me ofrece.
A pesar del estado de abandono en el que ha quedado la estación, sigue pareciéndome un espacio de cuento. Si me empeño, al bajar al apeadero (en esto hemos ganado un poco los viajeros porque, en alguna ocasión, resultaba más bien la práctica de un descenso sin arneses... jaja), si me empeño, decía, puedo seguir viendo el magnífico reloj pintado de verde, en armonía con el color de las puertas que se abren apareciendo el Jefe de Estación para darnos la bienvenida.
Buenas tardes, le digo... hola, buenas tardes. Qué tal va ese huerto? (porque también puedo ver el huerto)... me acerco hasta la fuente y se me representa como antaño, como cuando todavía conservaba su mecanismo... Si había algo que me encantaba era darle a esa manivela y ver cómo aparecía el agua... Lo de menos era beber.
En mis sueños, a veces, imagino este lugar transformado en un hotel con encanto y yo, regentándolo... Bueno, soñar es gratis... Así que si os apatece, este fin de semana queda abierto para recibir a los amigos.
¡Feliz fin de semana a todos! y a los cantores... Mucho éxito.
Un abrazo
Nines
En mi caso, hoy mi sueño se cumple y en esta ocasión, lo alcanzaré en tren. Sí, me voy al pueblo en tren... ¡me encanta viajar en tren!. Y mucho más, en éste. Tres vagones como mucho y un traqueteo que, en algún tramo, nos hace hasta brincar del asiento... La velocidad, justa (más bien lenta jajaja) que permite divisar hasta algún que otro conejillo. Puede, incluso, que nos encontremos con algún paisano y aprovechar, las algo más de 2h que dura el trayecto hasta Cuevas, para charlar. Y si no aparece el paisano, ya se ocupa el "revisador" como le llama mi madre, para ponernos al día de las obras de mejora de la vía, a modo de introducción antes de solicitar el billete y comentar nuestro destino... ¡Ah... es Vd. de Cuevas?... no, pero como si lo fuera... y ya arranco con mi retaíla de bonanzas sobre este lugar que tanto bueno me ofrece.
A pesar del estado de abandono en el que ha quedado la estación, sigue pareciéndome un espacio de cuento. Si me empeño, al bajar al apeadero (en esto hemos ganado un poco los viajeros porque, en alguna ocasión, resultaba más bien la práctica de un descenso sin arneses... jaja), si me empeño, decía, puedo seguir viendo el magnífico reloj pintado de verde, en armonía con el color de las puertas que se abren apareciendo el Jefe de Estación para darnos la bienvenida.
Buenas tardes, le digo... hola, buenas tardes. Qué tal va ese huerto? (porque también puedo ver el huerto)... me acerco hasta la fuente y se me representa como antaño, como cuando todavía conservaba su mecanismo... Si había algo que me encantaba era darle a esa manivela y ver cómo aparecía el agua... Lo de menos era beber.
En mis sueños, a veces, imagino este lugar transformado en un hotel con encanto y yo, regentándolo... Bueno, soñar es gratis... Así que si os apatece, este fin de semana queda abierto para recibir a los amigos.
¡Feliz fin de semana a todos! y a los cantores... Mucho éxito.
Un abrazo
Nines