Empieza una nueva semana y, al parecer, nueva temperatura... Ya era hora que el sol hiciera su aparición y calentara un poco estos cuerpos entumecidos de tanto frío y lluvia... Eso sí, gracias a esa lluvia, podemos disfrutar después de este colorido en forma de ramillete.
Que ¿cómo fue la romería de La Caridad ¿... pues ¡ENORME!...
Enorme, por la cantidad de gente que congregó tan especial festejo...
Enorme, esa procesión de vehículos que alcanzó los 4 KM desde el pueblo hasta el cerro donde se encuentra la Ermita...
Enorme el colorido que acompañó a esta Virgen que no por ser pequeña, deja de ser preciosa y, sobre todo, querida por su pueblo...
Enorme el olor a tomillo y romero que envolvía ese cerro engalanado con infinidad de florecillas, haciendo juego con las que adornaban la Virgen...
Enorme el placer de disfrutar unas horas con amig@s y paisanos...
¡ENORME! La botella de Cava que nos bebimos ¡! Que ¿quién llevó cava?... Pues un señor muy tacaño. Creo que es catalán (de pura cepa)... Tan tacaño es, que no se conformó con que a mí, personalmente, me costará aún más coger el coche y emprender carretera y manta hasta La Ventosa... por ese regusto del riquísimo líquido espumoso... es que me llevó no una, sino DOS BUTIFARRAS... pero de las buenas eh?, de las hechas en casa. Y os puedo asegurar que, aún sin dientes, no dejé ni por quién preguntar ¡QUE BUEEENA!
¡Enorme ¡este querido amigo Lavis a quien no puedo ofrecerle hoy más que este ramillete de flores... como metáfora... jaja. Y como metáfora también, te diré, que nunca le faltará tinta a mi bolígrafo... Tú con tu bola que todo lo vé... yo, con mi bolígrafo que todo lo escribe... jajaja y a nuestro querido trío de compañeros de banco... decirles que lo siento pero, ni un trozo de butifarra os dejé. Ni tampoco un sorbito de cava... que, como dice el refrán, Dios los cría y ellos se juntan... pues eso, que yo también me volví... tacaña no... ¡TACAÑONA! Jajaja.
Pero... Os quiero un montón ¡! (que el querer... no cuesta ¡!).
Os deseo una muy Feliz Semana...
Que ¿cómo fue la romería de La Caridad ¿... pues ¡ENORME!...
Enorme, por la cantidad de gente que congregó tan especial festejo...
Enorme, esa procesión de vehículos que alcanzó los 4 KM desde el pueblo hasta el cerro donde se encuentra la Ermita...
Enorme el colorido que acompañó a esta Virgen que no por ser pequeña, deja de ser preciosa y, sobre todo, querida por su pueblo...
Enorme el olor a tomillo y romero que envolvía ese cerro engalanado con infinidad de florecillas, haciendo juego con las que adornaban la Virgen...
Enorme el placer de disfrutar unas horas con amig@s y paisanos...
¡ENORME! La botella de Cava que nos bebimos ¡! Que ¿quién llevó cava?... Pues un señor muy tacaño. Creo que es catalán (de pura cepa)... Tan tacaño es, que no se conformó con que a mí, personalmente, me costará aún más coger el coche y emprender carretera y manta hasta La Ventosa... por ese regusto del riquísimo líquido espumoso... es que me llevó no una, sino DOS BUTIFARRAS... pero de las buenas eh?, de las hechas en casa. Y os puedo asegurar que, aún sin dientes, no dejé ni por quién preguntar ¡QUE BUEEENA!
¡Enorme ¡este querido amigo Lavis a quien no puedo ofrecerle hoy más que este ramillete de flores... como metáfora... jaja. Y como metáfora también, te diré, que nunca le faltará tinta a mi bolígrafo... Tú con tu bola que todo lo vé... yo, con mi bolígrafo que todo lo escribe... jajaja y a nuestro querido trío de compañeros de banco... decirles que lo siento pero, ni un trozo de butifarra os dejé. Ni tampoco un sorbito de cava... que, como dice el refrán, Dios los cría y ellos se juntan... pues eso, que yo también me volví... tacaña no... ¡TACAÑONA! Jajaja.
Pero... Os quiero un montón ¡! (que el querer... no cuesta ¡!).
Os deseo una muy Feliz Semana...
