CUEVAS DE VELASCO: Ay, Ay, Ay qué razón tienes Abaco....

Ay, Ay, Ay qué razón tienes Abaco.
Si no fuera por vosotros dos, no sé si a nuestro banco le entraría la carcoma, pero lo que seguro le entraría sería tristeza de verse abandonado. Así que, acudo rauda y veloz y me siento un ratito para acompañaros. Y os traigo una danza preciosa que tuve la suerte de ver la semana pasada. La danza de las espigas con las nubes del cielo. Una suave brisa cargada de intenciones las mecía mientras, en lo más alto, una pequeña nube, ensimismada, las cubría con mimo. Con el mismo mimo que los que aquí intentamos ofrecernos cuando nos acercamos a este lugar encantado.
Seguro que Blanqui pasará en breve para contarnos todo lo que ha vivido en estos últimos días. Y Lavis, como buen artesano, también nos deleitará con una filigrana de las suyas.
Mientras esto ocurre, prometo seguir acudiendo a nuestra cita porque sóis la alegría de todas las huertas... Ahí queda eso...

Un abrazo grande y cuidaros mucho.
Zoqueta
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
¡Que frases tan poéticas has puesto! Así a bote pronto, he tratado de ponerlas
en verso. Quizás, mas despacio, trate de retocarlos con la venia tuya, por su-
puesto, no quiero robarte las ideas, ahí va lo que me ha salido:

Una brisa cargada de intenciones
mecía las espigas suavemente.
Vestidas con sus faldas de amapolas
y a ritmo tres por cuatro, mansamente,
bailaban aquel vals, Vals de la Olas.
Una nube miró, y ensimismada, ... (ver texto completo)