CUEVAS DE VELASCO: Hoy vengo dispuesta a echar la casa por la ventana......

HOLA AMIGOS

ZOQUETA, cuanto tiempo sin oir la palabra CORDELERA, ja ja ja ja ja, ya me lo decia mi madre, ya, alguna que otra vez.
Me parece perfecta, tu vena ¨feminista ¨ja ja ja ja por una vez, dejaremos que se encarguen los caballeros de guisar, ji ji ji ji.
ABACO, como es un entusiasta de las plantas y las recetas naturales, nos preparara, un buen coctel, todo natural, pero te lo vamos a poner un poquito dificil, queremos uno que nos, rejuvenezca, quite las arruguitas, y las patas de gallo, ji ji ji ji ji ji, ¿que te parece la idea Zoqueta?.

ANTONIO, te voy a hechar una regañina, que yoooooo tambien trabajo, lo unico que me diferencia, es, que mi empresa no esta reconocida ni valorada, aaayyyyy, ahora si que se me ha pegado la vena de Zoqueta, ja ja ja ja ja ja ja.
ANTONIO, amigo, no te vayas a enfadar por lo que te he puesto, vale?
esque a veces me duele cuando se habla del trabajo, que no se mencione nunca al ama de casa, que ahora lo tenemos mucho mas facil, pero antes nuestras madres y abuelas, ellas si que curraban.

Bueno, amigos, ya llego el verano, y asi tendremos mas tiempo para sentarnos en este BANCO tan preciado a tomar el fresco y ver los campos, tomarnos un refresco con ABACO, y hecharnos unas risas, por lo menos mentalmente, ya que fisicamente de momento no se puede.

muchos besos amigos.

Los versos, son mis sueños,
las letras, mi voz,
y las manos que escriben,
mi mejor don.

Hoy vengo dispuesta a echar la casa por la ventana... Mejor dicho, la oficina por la ventana. Tengo los pies que son una maraña de ampollas y es que, con esto de la huelga del metro (sin servicios mínimos), me ha tocado coger el coche de S. Fernando. Y claro, como casi no sé andar con zapato plano, hoy, para colmo, el tacón más alto... ¡Vamos! que, después de la experiencia, prefiero tomarme unos minutos de relax, sentarme en este nuestro banco y airear esas pedazo de ampollas que me van a acompañar por un tiempo y, por supuesto, compartir con vosotros estos minutos tan ricos.

¡Alegría! Alegría! que apareció el abuelo. Y que conste que no lo digo por mayor, sino con admiración por el título (por partida doble) Antípodas, tú no te me pongas celoso que, en breve, le haces la competencia a Lavis y también por ello te merecerás el doble título. Ya era hora de que te asomaras por aquí Lavis, que nos tenías un pelín abandonados. Esto es una pequeña bronca pero, pequeña, pequeña,... jajaja así que no me lo tomes a mal porque sé que estás muy liado viajando por todas partes del mundo y de La Alcarria... jajaja).

Ay Blanqui que estos hombres no quieren entender lo que nos gusta a nosotras, las féminas, resultar "resultonas" jajaja y que un poquito de mejunje por aquí y por allá, para disimular esos casi inapreciables surcos que van apareciendo como el que no quiere la cosa. Así pasa, que este afán, nos tiene de procesiones entre prospectos mil, empapándonos de fórmulas de colageno o ácidos hialurónicos (tan de moda en estos tiempos), intentando descubrir qué es lo más eficaz para nuestras caras de rosa (jajaja...). ¡Broma! Broma! y ¡Broma! porque Abaco tiene mucha razón.
Leí hace poco a uno de mis autores favoritos (creo que ya os he hablado de él en otros momentos, Haruki Murakami) que tocaba este tema. Decía que a los 16 años (mala edad donde las haya... lo digo por esa gripe pasajera que se llama adolescencia) se desnudó frente al espejo y armado de lápiz y papel, fue anotando una a una sus imperfecciones. La lista resultó ser tan larga que entró en una especie de depresión de la que sólo el paso del tiempo consiguió curarla. Y es que los años tienen mucho valor aun cuando nuestro vigor físico decaiga. Pero, para los afortunados, esos que son capaces de entender que sólo se vive una vez y que el tiempo es oro, los años aportan una serie de valores que no hay crema por mucha fórmula sofisticada, que lo supere.

Así que, querida Blanqui, vamos a envejecer como dios manda que no es otra cosa que vivir el momento, a tope, disfrutando de lo que tenemos y pidiendo al cielo que nos permita alcanzar ese estado de gracia al que llegó el padre de Lavis.

Y, ahora sí, ahora sí que os dejo porque mis pies han mejorado muchísimo con esta brisa del Olimpo. El banco queda calentito hasta la próxima visita.

Cuidaros mucho y os veo por aquí en breve.
Un abrazo
Zoqueta

PD: Abaco, ¿cómo van esas fresas? Uhmmmm que se me hace la boca agua... si las pillara ahora... ¡madre mía!.
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Hola, os propongo una experiencia para rejuvencer: meteros en una lavadora
grandota entre rosas, tomillo, espliego, romero, magnolias, jazmines.. etc,
dar dentro unas vueltas, vueltas y vueltas, y cuando saliésis de allí, se-
guro que los querubines al veros, se secarían de envidia. Podíais probar
por si acaso. Ja, ja, ja...

Un abrazo

ABACO