Hola, Antolín, soy Antonio Ballesteros, no se si me recordarás, a Angtonio
Cañamares, que luego ha estado en la
estación de
Cuenca, y a Alfredo, que
luego estuvo en la de Tarancón, si los recuerdo bien, de tí, tengo algún
recuerdo, pero no tan claro, si te viera quizás te reconocería.
Ahora sólo existe un
bar, que está en los bajos del
Ayuntamiento, en la
Plaza. La
tienda ya no existe, no hay tienda en el
pueblo, vienen las tien-
das ambulantes a vender, y estamos muy bien abastecidos.
La
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