Buenos días a todas las patas de este banco.
Aquí estoy para dar de qué hablar a los controladores horarios... jajajaja. Lavis... las 10h30 y aquí arañándole a los franceses unos minutos.... Pero que conste que no me siento mal por ello. Si araño 10 minutos es porque he dado antes 10 horas... jajaja y porque hoy, es un día especial y no quería perder la oportunidad de celebrarlo con vosotr@s antes de que el día se tuerza...
Entró el OTOÑO... una estación tan especial, como especial es este lugar y sus visitantes. Y para disfrutarlo como se merece, no viene mal observar la naturaleza, aprender de ella y tomar algunas precauciones...
El otoño expresa una transición entre el esplendor del verano y el recogimiento del invierno. Es la estación en la que la energía de la tierra provoca un cambio en sus formas y colores.
Las plantas y los animales nos enseñan cómo debe cuidarse la vida en este período. Las plantas dejan caer aquellas hojas que ya no pueden mantener y los animales empiezan a hacer acopio de alimentos.
Recoger y guardar aquello que nos será imprescindible y despojarnos de todo lo que resulta accesorio, estos son los sentimientos que nos propone el otoño.
Es el momento de preparar nuestro organismo con una limpieza profunda para despojarle de impurezas. (Un buen remedio para esto es tomar en ayunas ½ limón exprimido con agua tibia).
Es el momento de abrir nuestros sentidos para absorber y guardar olores y colores que tanto nos ayudarán a mantener en orden nuestra energía. Y para eso, nada mejor que acostarse temprano y levantarse temprano también. Hay que aprovechar la luz que, poco a poco va declinando.
Pero también entró (o está a punto de entrar) otra estación en otro lugar... Sí, nuestro amigo Antípodas empieza una etapa bien diferente a la nuestra... La Primavera. La estación del renacer por excelencia. También en esta época se producen cambios importantes en la naturaleza y, por supuesto, en nosotros.
Es el renacimiento y el momento de cambios importantes en nuestro organismo que regulan los estados de ánimo. En unos casos la euforia, en otros, el desánimo. Por eso, al igual que en otoño, hay que tomar algunas precauciones para equilibrar estas emociones.
Nada mejor que asegurarse el sueño. Ya lo dice el refrán... mañanitas de abril, son muy dulces de dormir... así que Antonio... a dormir se ha dicho jajajaja y a disfrutar de esos días de luz y temperatura cálida. Y para conciliar ese sueño, ya te envío desde aquí unas cuantas hojas de hierba Luisa que a Abaco le han funcionado al parecer.
Y por hoy, ya he dicho bastante. Paso la palabra a nuestro maestro en pócimas que seguro algún remedio tiene para unos y otros. Y al resto también, por supuesto, que seguro alguna historieta podrían compartir, como Blanqui con sus tomates... jajajaj ¡Genial!.
Un abrazo y... Digan lo que digan.... Digan lo que digan.... Digan lo que digan.... los demáaaaas.... jajaja
Zoqueta
Aquí estoy para dar de qué hablar a los controladores horarios... jajajaja. Lavis... las 10h30 y aquí arañándole a los franceses unos minutos.... Pero que conste que no me siento mal por ello. Si araño 10 minutos es porque he dado antes 10 horas... jajaja y porque hoy, es un día especial y no quería perder la oportunidad de celebrarlo con vosotr@s antes de que el día se tuerza...
Entró el OTOÑO... una estación tan especial, como especial es este lugar y sus visitantes. Y para disfrutarlo como se merece, no viene mal observar la naturaleza, aprender de ella y tomar algunas precauciones...
El otoño expresa una transición entre el esplendor del verano y el recogimiento del invierno. Es la estación en la que la energía de la tierra provoca un cambio en sus formas y colores.
Las plantas y los animales nos enseñan cómo debe cuidarse la vida en este período. Las plantas dejan caer aquellas hojas que ya no pueden mantener y los animales empiezan a hacer acopio de alimentos.
Recoger y guardar aquello que nos será imprescindible y despojarnos de todo lo que resulta accesorio, estos son los sentimientos que nos propone el otoño.
Es el momento de preparar nuestro organismo con una limpieza profunda para despojarle de impurezas. (Un buen remedio para esto es tomar en ayunas ½ limón exprimido con agua tibia).
Es el momento de abrir nuestros sentidos para absorber y guardar olores y colores que tanto nos ayudarán a mantener en orden nuestra energía. Y para eso, nada mejor que acostarse temprano y levantarse temprano también. Hay que aprovechar la luz que, poco a poco va declinando.
Pero también entró (o está a punto de entrar) otra estación en otro lugar... Sí, nuestro amigo Antípodas empieza una etapa bien diferente a la nuestra... La Primavera. La estación del renacer por excelencia. También en esta época se producen cambios importantes en la naturaleza y, por supuesto, en nosotros.
Es el renacimiento y el momento de cambios importantes en nuestro organismo que regulan los estados de ánimo. En unos casos la euforia, en otros, el desánimo. Por eso, al igual que en otoño, hay que tomar algunas precauciones para equilibrar estas emociones.
Nada mejor que asegurarse el sueño. Ya lo dice el refrán... mañanitas de abril, son muy dulces de dormir... así que Antonio... a dormir se ha dicho jajajaja y a disfrutar de esos días de luz y temperatura cálida. Y para conciliar ese sueño, ya te envío desde aquí unas cuantas hojas de hierba Luisa que a Abaco le han funcionado al parecer.
Y por hoy, ya he dicho bastante. Paso la palabra a nuestro maestro en pócimas que seguro algún remedio tiene para unos y otros. Y al resto también, por supuesto, que seguro alguna historieta podrían compartir, como Blanqui con sus tomates... jajajaj ¡Genial!.
Un abrazo y... Digan lo que digan.... Digan lo que digan.... Digan lo que digan.... los demáaaaas.... jajaja
Zoqueta
Magnífica disertación sobre el otoño y primavera, y a pro-
pósito de otoño, ahí va una poesía que escribi hace años:
ATARDECER OTOÑAL
La tarde fue asesinada
por un cuchillo de luna,
y de esa larga punzada
brotó la sangre importuna.
La herida del Occidente,
bermeja y amoratada
es chorro de luz, cascada
de bellezas, imponente.
El sol, tras su beso ardiente
en esa torre dorada,
nos dice adios, hasta pronto,
porque volverá mañana
tan brillante, tan redondo..
La tarde ya agonizante
se muere sobre el Ocaso
envuelta en su propia sangre
con unos rasguños cárdenos.
Los Céfiros, lenitivos
suspiros de su agonía,
a mis sentidos cautivos
los tiene con su armonía.
La noche, toda de negro,
virtiendo llanto de estrellas,
recoge su cuerpo yerto,
le limpia todas la huellas
sangrientas, y se lo guarda
para enterarlo en su seno.
Un abrazo a tod@s.
ABACO
pósito de otoño, ahí va una poesía que escribi hace años:
ATARDECER OTOÑAL
La tarde fue asesinada
por un cuchillo de luna,
y de esa larga punzada
brotó la sangre importuna.
La herida del Occidente,
bermeja y amoratada
es chorro de luz, cascada
de bellezas, imponente.
El sol, tras su beso ardiente
en esa torre dorada,
nos dice adios, hasta pronto,
porque volverá mañana
tan brillante, tan redondo..
La tarde ya agonizante
se muere sobre el Ocaso
envuelta en su propia sangre
con unos rasguños cárdenos.
Los Céfiros, lenitivos
suspiros de su agonía,
a mis sentidos cautivos
los tiene con su armonía.
La noche, toda de negro,
virtiendo llanto de estrellas,
recoge su cuerpo yerto,
le limpia todas la huellas
sangrientas, y se lo guarda
para enterarlo en su seno.
Un abrazo a tod@s.
ABACO
