Hola compañer@s y Amig@s,
Me alegro poder leeros.
Qué haríamos los padres cuando nuestros hijos son pequeños sin los abuelos. Habría que reivindicar para todos los que os ocupáis de cuidarlos y entretenerlos, un sueldo vitalicio porque es una labor que no tiene precio. Aunque, a veces, nosotros los hijos, nos aprovechamos un poco y no nos damos cuenta que, aunque lo hacéis con amor y gusto, en muchos momentos necesitaríais una calma que no tenéis. Así que, ¡Felicidades! por ese gran trabajo amoroso y generoso.
El fin de semana pasado estuve por fin con Abaco (llevaba más de un mes sin acercarme por su casa) y, como siempre, viví el placer de admirar su belén hecho con piedras delicadamente seleccionadas. Por supuesto que hice fotos pero llevo unos días sin aparecer por la oficina y no he podido descargarlas. Lo haré para que podáis apreciar su trabajo.
Antolín, envía un abrazo a Paco de mi parte y dile que será un placer volver a verle pronto. Y a ti y a tu mujer, igualmente (espero que esté recuperada de sus males).
A Blanqui, que me temo sigue fastidiada con el riñón, a ver si dan pronto con el remedio y vuelve a entretenernos desde esta ventana.
Antonio, Lavis, los bolliguenses exiliados, abuelos con corona... un abrazo y hasta pronto.
Y a Maite también un abrazo que seguro que aunque no escriba, nos lee.
Besos
Me alegro poder leeros.
Qué haríamos los padres cuando nuestros hijos son pequeños sin los abuelos. Habría que reivindicar para todos los que os ocupáis de cuidarlos y entretenerlos, un sueldo vitalicio porque es una labor que no tiene precio. Aunque, a veces, nosotros los hijos, nos aprovechamos un poco y no nos damos cuenta que, aunque lo hacéis con amor y gusto, en muchos momentos necesitaríais una calma que no tenéis. Así que, ¡Felicidades! por ese gran trabajo amoroso y generoso.
El fin de semana pasado estuve por fin con Abaco (llevaba más de un mes sin acercarme por su casa) y, como siempre, viví el placer de admirar su belén hecho con piedras delicadamente seleccionadas. Por supuesto que hice fotos pero llevo unos días sin aparecer por la oficina y no he podido descargarlas. Lo haré para que podáis apreciar su trabajo.
Antolín, envía un abrazo a Paco de mi parte y dile que será un placer volver a verle pronto. Y a ti y a tu mujer, igualmente (espero que esté recuperada de sus males).
A Blanqui, que me temo sigue fastidiada con el riñón, a ver si dan pronto con el remedio y vuelve a entretenernos desde esta ventana.
Antonio, Lavis, los bolliguenses exiliados, abuelos con corona... un abrazo y hasta pronto.
Y a Maite también un abrazo que seguro que aunque no escriba, nos lee.
Besos