Historias al orete de la lumbre.
Amancio temía a la noche del día de los Santos.
Desde hace diez años era lo que más temía.
Antes no. Antes de esa fecha, diez años, era para Él una noche normal. Compraba en la tienda del pueblo huesos de santo, y su esposa hacía puches que degustaban juntos, ponían velas durante todo el día para que alumbraran a sus muertos, iban juntos también al cementerio para limpiar las lápidas de sus padres, y en la tarde de ese día rezaban allí en el cementerio, el santo ... (ver texto completo)
Amancio temía a la noche del día de los Santos.
Desde hace diez años era lo que más temía.
Antes no. Antes de esa fecha, diez años, era para Él una noche normal. Compraba en la tienda del pueblo huesos de santo, y su esposa hacía puches que degustaban juntos, ponían velas durante todo el día para que alumbraran a sus muertos, iban juntos también al cementerio para limpiar las lápidas de sus padres, y en la tarde de ese día rezaban allí en el cementerio, el santo ... (ver texto completo)